Ubicado en pleno centro de Barcelona, en España, muy cerca del Museo Picasso y de la iglesia de Santa María del Mar, se encuentra el barrio medieval conocido como el Born. Sus callejuelas, pequeñas plazas y rincones de incomparable belleza, lo convierten en un sitio que nadie debe dejar de visitar en esta ciudad española.
En los últimos años, gracias a una profunda renovación, el Born se ha convertido en un espacio de innovación y vanguardismo comparable con el Soho de Nueva York, Le Marais de París o el Friedrichshain de Berlín. En sus antiguos edificios se han instalado artistas y diseñadores de moda, así como grandes cocineros y amantes de la gastronomía, que han convertido el barrio en una suerte de atracción ineludible para los que quieren disfrutar de la cocina catalana y la genuina dieta mediterránea.
Nuestro periplo culinario comienza en Llamber, situado en el número 5 de la calle Fusina, junto al mercado del Born, un proyecto comandado por Fran Heras en la cocina y Eva Arbonés como jefa de sala y encargada de la carta de vinos. Llamber es una taberna gastronómica, moderna y bien decorada, que antaño fue un almacén de frutas. Propone tapas muy personales y excelentes, como los berberechos de la costa gallega o la fabulosa gamba roja del Mediterráneo. Excelentes vinos catalanes y servicio jovial y atento.
1. Llamber. / 2. La Vinya del Senyor. / 3. Oaxaca. / 4. Ikibana. / 5. Saboc. / 6. Manolete.
Justo enfrente de la bella iglesia de Santa María del Mar, en el número 5 de Plaça Santa María, está La Vinya del Senyor, un refugio para los amantes de los mejores vinos, las cavas y los champagnes, acompañados de platillos de autor. En Antic de San Joan número 3 está Disset Graus, idóneo para disfrutar de un ambiente agradable, con buena música y una excelente muestra de vinos, cócteles, cervezas artesanales y delicados platos gourmet.
En el Born también pueden encontrarse propuestas internacionales entre las que destacan Oaxaca, ubicado en Pla de Palau número 19 y dirigido por el chef Joan Bagur, un español enamorado de México; o el peculiar Ikibana, localizado en el número 32 de Passeig de Picasso, que se distingue por su lograda fusión entre la gastronomía japonesa y los diferentes sabores, texturas y aromas de la cocina brasileña.
Saboc es uno de los nuevos negocios de restauración con más aceptación. Situado en Fusina número 3, basa su oferta en un menú con cuatro tipos de cocción: cruda, a baja temperatura, con fogones y a la plancha. En Saboc es un placer para el paladar probar un mismo alimento preparado de formas diferentes, servido en pequeños platos y listo para compartirlo.
Y para quienes prefieren las tapas clásicas revisitadas con acierto y creatividad, no hay otras mejores que las que prepara con sabiduría Pruden Izquierdo en Manolete, situado en Paseo Isabel II número 2. El tiradito, el carpacho de corvina con pan de maíz, el pulpo cremoso de patatas o el salmorejo son algunas de sus irresistibles propuestas. ■