Pese a que la energía y la emoción de ese momento me dejaron sin aliento, los desfiles de moda del diseñador y artista estadunidense Ralph Rucci siempre son excepcionales. Su colección Primavera 2014 es etérea, de blanco sobre blanco, de telas que fluyen y obras de arte pintadas a mano sobre gasa, realizadas brillantemente por el propio Ralph.
Su colección Otoño 2014 fue impecable. Todos y cada uno de sus diseños eran imponentes. Los más destacables fueron los exóticos abrigos de cuero y pieles en colores enrarecidos: una hermosa tonalidad de Borgoña, un rubí vibrante. “Mi clienta es alguien que puede hacer lo que quiera, ir a donde quiere y vestida en la forma que le plazca, y todo lo hace con estilo y gracia”, explica Rucci.
Sus diseños atraen a una mujer solvente y consciente de la moda, cuyos gustos y expectativas de calidad son del más alto nivel, el perfil de un consumidor cuya lealtad sería bien recibida por cualquier marca de moda. No es de extrañar que Rucci sea un favorito, no sólo para las personalidades de Palm Beach, Park Avenue y la alta sociedad internacional, sino también para toda la industria que adora el lujo y el glamour clásicos.
“Ralph es un genio. La inventiva y la creatividad avanzan a su propio ritmo. También es un gran conocedor, y las telas que utiliza son simplemente preciosas”, afirma Iris Apfel, un ícono de estilo que goza de gran prestigio en la comunidad de la moda. “Es el mejor y me siento honrada de contar con él como mi amigo. Su ropa es simplemente atemporal”.
Valerie Steele, curadora y directora del Museum at FIT de Nueva York y autora de The Art of Weightlessness (El arte de la ingravidez), una monografía ilustrada sobre la exposición de Rucci en el Museum at FIT, se hizo eco de las palabras de Apfel. “Lo que diferencia a Ralph Rucci es cómo mantiene la precisión en la calidad de sus prendas, ya sea en su alta costura o en las piezas ready-to-wear. Sus diseños son atemporales, pero al mismo tiempo muy modernos y actuales”.
Sus brillantes colecciones de alta costura inspiran reverencia y con cada puntada trae de vuelta la integridad a la moda. Cada costura, cada pinza, están centradas en la forma y el contorno. La ropa de Rucci no es ni conservadora ni convencional; simplemente, establece el estándar para el vestido de lujo, con un toque artístico. A nivel internacional, se le reconoce como el verdadero couturier de Estados Unidos, y ha sido calificado —como Balenciaga lo fue una vez— “diseñador de diseñadores”.
Rucci ha sido premiado y honrado en numerosas ocasiones por la industria de la moda. En el año 2002, fue el primer estadounidense en 60 años —desde Mainbocher en la década de 1930— en ser invitado por la Chambre Syndicale de la Haute Couture a exhibir sus creaciones en París, lo cual hizo durante tres temporadas. En el 2011, fue incluido en el Fashion Group International Walk of Fame, y es el protagonista de Autobiography of a Fashion Designer: Ralph Rucci de Dean y Bauer, con fotografías de Baldomero Fernández.
Rucci también ha sido nominado dos veces para el codiciado premio de diseñador del año de ropa de mujer por el Council of Fashion Designers of America (CFDA) y en el 2012 fue premiado con el André Leon Talley Lifetime Achievement Award del Savannah College of Art and Design (SCAD). Actualmente, Rucci tiene piezas en la exhibición The Little Black Dress de André Leon Talley en el Mona Bismarck American Center, en París.
Y Rucci sigue evolucionando. Durante más de 30 años, el célebre diseñador ha construido y mantenido la excelencia como fundamento de la marca que lleva su nombre. Ha dejado de lado el “Chado” y ahora es, simplemente, Ralph Rucci; su compañía se ha trasladado de su estudio en el Soho a un espacioso edificio en Chelsea; y recientemente lanzó su primera campaña de publicidad importante, con fotografías del famoso Steven Meisel.
Con su colección Otoño 2014, más pequeña que en el pasado, está atrayendo a una clientela nueva y más joven, con faldas más cortas, vestidos más ceñidos y estampados juguetones.
En la actualidad, Rucci está muy orgulloso del hecho de que todas las piezas en sus colecciones se manufacturan en Nueva York y llevan la etiqueta: “hecho en Estados Unidos”. También ha expandido sus creaciones a la decoración del hogar, con su elegante y atemporal colección de muebles para Holly Hunt. ■