Vicky Lau, la joven chef y propietaria del restaurante Tate Dining Room de Hong Kong, premiado con una estrella Michelin, ha sido elegida como Mejor Cocinera de Asia 2015. Esta distinción es otorgada cada año por la firma francesa de champagnes Veuve Clicquot junto a la revista británica Restaurant. Un galardón que Lau recibirá el 9 de marzo en la gala de entrega de premios que se celebrará en Singapur.
Vicky Lau.
En esa fecha, además, se conocerá la nueva lista de los 50 Mejores Restaurantes de Asia 2015, que elaboran por tercer año consecutivo cocineros y expertos en gastronomía de la región. Al mismo tiempo, se publicará la clasificación de los más destacados restaurantes de América Latina (vea aquí la lista de 2014) y la de los 50 Mejores del Mundo, que desde 2014 encabeza el Noma, situado en Copenhague y regentado por el chef René Redzepi.
Vicky Lau, de 34 años y nacida en Hong Kong, inauguró su restaurante en el año 2012 después de estudiar cocina por afición, ya que se había graduado como diseñadora gráfica en New York. Pero fue en la escuela Le Cordon Bleu de Bangkok donde descubrió su verdadera vocación, la misma que le llevó a trabajar en el restaurante Cépage de Hong Kong, bajo la tutela del chef Sebastien Lepinoy, donde aprendió todo lo que le ha llevado a convertirse en la gran cocinera que es hoy en día.
«La habilidad de Lau y su talento artístico brillan a través de platos muy bien presentados, y su pasión creativa es evidente en una experiencia gastronómica que despierta verdaderamente los sentidos», ha destacado de ella la organización del premio al dar a conocer su veredicto.
Cuando Lau abrió hace un par de años Tate Dining Room se creó inmediatamente, en todos los círculos gastronómicos de Hong Kong, un rumor imparable que iba de boca en boca y que hablaba insistentemente de la magnificencia de sus menús denominados “Historias comestibles”, inspirados en un tema concreto que desarrolla desde el primer bocado hasta el postre. Todo un alarde de creatividad en el que se puede apreciar la combinación de diferentes influencias culinarias, con un sabio eclecticismo entre lo mejor de la cocina asiática y la occidental.
Tan sólo 26 personas por servicio pueden darse cita en el pequeño y distinguido restaurante Tate Dining Room situado en el centro de Hong Kong. Los afortunados comensales pueden elegir entre dos menús de degustación de seis o de nueve platos. Creaciones personales que, a menudo, trascienden las normas habituales entre lo dulce y lo salado. Un buen ejemplo de ello puede ser el foie gras helado de mostaza con gel de miel y salsa de arándanos, o la tarta de castañas con jabalí y panceta de cerdo.
La destreza y el ingenio de Lau se dejan ver a través de platos exquisitamente bien presentados y que muestran una evidente pasión creativa. Acudir a su restaurante es una experiencia gastronómica con mayúsculas, por lo que no es de extrañar que le haya valido el título de mejor chef asiática del año que recientemente acaba de comenzar. ■