En el País Vasco se encuentra la Rioja Alavesa, una histórica región de España dedicada al vino desde la época en la que los romanos llegaron a estas nobles tierras. En la actualidad, gracias a la belleza de su entorno y la enorme consideración y calidad de sus vinos, se ha convertido por mérito propio en una de las zonas vitivinícolas más famosas del mundo en la que la tradición coexiste armónicamente con una arrebatadora modernidad.
La Rioja Alavesa es un territorio consagrado en cuerpo y alma a la elaboración de vinos. Hay alrededor de 12.000 habitantes y unas 400 bodegas, lo cual evidencia que, de una forma u otra, en la Rioja Alavesa todos se dedican a los menesteres del vino.
Hace una década que se creó la Ruta del Vino de Rioja Alavesa, un proyecto común de una comarca que ofrece al visitante sus ancestrales fiestas y el encanto embrujador de su paisaje: un mar de viñedos infinito que se une al patrimonio cultural y arquitectónico de su pasado prehistórico; villas medievales en consonancia con bodegas tradicionales y de vanguardia, diseñadas por afamados arquitectos como Santiago Calatrava (Bodegas Ysios), Iñaki Aspiazu (Bodegas Baigorri), Philippe Mazières (Bodegas Viña Real) o el ganador del Premio Pritzker de arquitectura Frank Gehry (Hotel Bodega Marqués de Riscal).
Los vinos
Un color brillante y vivo, un fino y elegante aroma, un sabor afrutado y un paladar agradable son algunas de las características generales del vino de Rioja Alavesa, que se encuadra como subzona en la Denominación de Origen Calificada Rioja. Con 13.500 hectáreas de viñedos y centenares de bodegas, tiene una cosecha media anual de alrededor de 40 millones de litros de vino. En la Rioja Alavesa se producen especialmente vinos tintos con características específicas debido a varios factores, entre ellos: su suelo arcilloso-calcáreo, excelente para que las cepas absorban la humedad necesaria, y el clima y la ubicación de los viñedos tras la Sierra de Cantabria, que protege las viñas de los vientos fríos del Norte y permite que la cepa aproveche mejor el calor. Los tintos son los vinos más representativos de la comarca, elaborados con las variedades tempranillo (hasta el 79 por ciento del total se produce a partir de esta variedad), garnacha, mazuelo y graciano. El tinto del año o vino joven es suave y agradable al paladar, y es muy codiciado por su galanura. Los vinos reservas y los grandes reservas son de una calidad extrema y su enorme éxito se refleja en las cartas de vinos de los mejores restaurantes del mundo. Son muchos los lugares que pueden visitarse en la Rioja Alavesa, pero éstas son las tres poblaciones ineludibles:
Laguardia
Es la capital de la región. Un lugar mágico, rodeado de murallas, que se alza majestuoso en lo alto de una colina desde que fue fundado en el siglo X para defender al Reino de Navarra de las continuas incursiones de los castellanos. Su conjunto histórico-artístico es de una belleza sublime pues se conserva tal cual como fue creado en la Edad Media. En su patrimonio destacan las iglesias fortificadas de San Juan Bautista y Santa María de los Reyes. Esta última, del siglo XIV, cuenta con un pórtico excepcional de piedra tallada que conserva en excelente estado su policromía original del siglo XVII.
Labastida
Fue recinto amurallado del Reino de Navarra hasta el año 1200 en que pasó a manos de la Corona de Castilla. Su casco medieval muestra el mayor número de casas solariegas blasonadas de toda la comarca, las cuales fueron construidas con piedra de sillería. De entre todas sobresale la ermita del Santo Cristo, con aspecto de fortaleza, y la Casa de Manuel Quintano, que fue el introductor en España, en el siglo XVIII, de las técnicas enológicas de Burdeos, Francia.
Elciego
Desde la lejanía destacan sobremanera las dos torres desiguales, de estilo gótico-renacentista, que dan personalidad a su iglesia de San Andrés. Su plaza mayor se distingue por el enfrentamiento de dos edificios nobles: el ayuntamiento, con un admirable escudo imperial en su fachada, y la ermita de Nuestra Señora de la Plaza, con planta ochavada del siglo XVIII. Elciego sobresale además por los proyectos arquitectónicos vanguardistas desarrollados en la zona por Frank Gehry.
Gastronomía
La gastronomía es otro de los grandes pilares de la oferta turística de Rioja Alavesa, con platos típicos vasco-riojanos y elaboraciones de vanguardia. En su recetario tradicional se cuentan platos como las patatas con chorizo a la riojana, el corderito lechal asado, las chuletillas de cordero al sarmiento, las verduras frescas, las alubias, la merluza, el chuletón, la morcilla asada y un largo etcétera. Para disfrutarla existe una amplia oferta de restauración, que va desde los restaurantes típicos con platos tradicionales, hasta los de diseño con gastronomía creativa, pasando por bares de pintxos (pequeñas tapas) con excelentes muestras de alta cocina en miniatura. Sin embargo, las opciones son muchas más, e incluyen también las bodegas, algunas con servicio de restauración, en las que se puede disfrutar de una comida o cena entre barricas.
Alojamientos
En la Rioja Alavesa podrán encontrar una buena cantidad de hoteles de lujo. El número uno es, sin duda alguna, el Hotel Marqués de Riscal en Elciego, una muestra del talento de Gehry y una oportunidad excepcional de alojarse en una admirable obra de arte. También está el suntuoso Hotel Villa de Laguardia, en la localidad del mismo nombre. Un hotel exquisito y perfectamente equipado, que cuenta además con el Wine Oil Spa, un centro de salud y belleza que usa la hidroterapia combinada con diferentes técnicas estimulantes, masajes relajantes, aromas, colores, velas y tratamientos exclusivos. Por su ubicación entre viñedos, el vino se convierte en protagonista de cada uno de los tratamientos. El moderno Hotel Viura, situado en Villabuena de Álava, es una opción para los amantes del diseño innovador y vanguardista. Creado por Designhouses, con la colaboración de la arquitecta Beatriz Pérez Echazarreta, el hotel es un sueño cubista como lo podría haber imaginado el mismísimo Picasso. ■