Aquí encontrará tres maravillas que, sin duda, sorprenderán a los paladares más exigentes: Wookey Hole Cave Aged Farmhouse Cheddar, Red Leicester y el apreciado y antiquísimo Blue Wensleydale.
Wookey Hole Cave Aged Farmhouse Cheddar
Muchas granjas inglesas persisten en elaborar quesos de la manera tradicional. Este es el caso del Wookey Hole Cave Aged Farmhouse Cheddar, que se produce siguiendo las mismas pautas empleadas en el siglo XVI. En primer lugar, se elabora un buen queso cheddar con leche de vaca y cuajo vegetariano. Posteriormente, se envuelve en una tela y se almacena en el corazón de una cueva húmeda, donde madurará a temperatura constante al menos durante 6 meses. A la hora de degustarlo, hay que considerar que es desmenuzable gracias a su textura terrosa y que posee un sabor fuerte y picante que marida perfectamente con un buen vino húngaro Tokaji o un Jerez Reserva. Este queso artesanal está preservado por denominación de origen protegida, mediante la cual sólo se puede fabricar en los condados Dorset, Somerset, Devon y Cornwall del Reino Unido.
Red Leicester
Es uno de los quesos más apreciados por los ingleses. Este queso de vaca, originario del condado de Leicestershire, es de color naranja debido al extracto de achiote que se le añade durante su elaboración. De textura firme, posee una corteza fina y seca, con un aroma ligeramente dulce y un sabor amable y almendrado. Puede servirse con pan, acompañado de berros o cebollitas tiernas, o incorporarlo a un bufé a base de quesos. Funde muy bien y aporta color a salsas y sopas. En los centenarios pubs del condado de Leicestershire es una tradición servirlo desmenuzado sobre gruesas rebanadas de pan remojadas en leche y untadas generosamente con mostaza, que luego se hornean hasta que el queso se funde. No olvide acompañarlo de una buena sidra inglesa o una pinta de cerveza negra con mucho cuerpo.
Blue Wensleydale
Se produce en los valles de Yorkshire y es un queso único en su género. Tiene su antiguo origen en las abadías cistercienses del siglo XI. El arte de hacer queso fino desarrollado por los religiosos pasó a los agricultores locales que, desde hace más de 300 años, producen el queso en sus propias granjas. El Wensleydale es un queso de vaca de corteza grisácea, rugoso y muy cremoso en su interior, con vetas azules debido al moho. Un queso potente y gustoso, ideal para finalizar una opípara comida y que, acompañado por un buen vino de Oporto Vintage, se convierte en un sublime acontecimiento gastronómico. ■