Si hay algo que caracteriza a Chanel es su perenne capacidad de sorprender. Recientemente, en el Grand Palais de París, la casa de moda francesa dejó boquiabiertos a propios y extraños con su más reciente colección de carteras y bolsos (otoño-invierno 2014-2015), una explosión de colores y formas imposibles de olvidar. Vea aquí el desfile.
El mensaje entretejido en cada pieza de esta colección es claro: Karl Lagerfeld, diseñador principal y director creativo de Chanel, parece haber dado con una fuente de inspiración inagotable en la visión “warholiana” del consumo, que descontextualizaba los productos más comunes para convertirlos en objeto e hilo conductor de su exploración plástica. En esta ocasión, el káiser de la moda sorprendió con una serie de bolsos y carteras que hacen referencia obvia a la vida cotidiana y al consumismo.
Pero no fueron sólo las llamativas prendas y los coloridos accesorios los que hicieron del desfile de Chanel único en su tipo. La presentación en sí rebasa los límites de la creatividad. Más de 1.300 invitados se pasearon intrigados por el interior de un Grand Palais transformado en un supermercado, cuyos pasillos serían más tarde la pasarela por la que desfilarían las cerca de 80 modelos que presentaron la colección. Con desenfadado humor, los productos en las estanterías mostraban una etiqueta de Chanel.
Como si se tratase de un martes cualquiera, las modelos fueron apareciendo por los corredores portando las creaciones de esta nueva colección: cestas metálicas de supermercado magistralmente engalanadas, una tote por aquí, una pouch por allá, todas coloreadas con intensas tonalidades —como el naranja y el fucsia— o adornadas con parches radiantes que conformaban el legendario logotipo de Chanel.
El diseño de los bolsos y carteras está inspirado en la vida cotidiana durante las compras. De ahí ese bolso de malla adornada con su asa amplia y funcional, la elegante cartera que evoca las bolsas plásticas del supermercado o el pequeño clutch negro semejante a un cartón para huevos, con su larga cadena trenzada hecha de piel y metal.
No cabe duda de que Lagerfeld sabe lo que significan los detalles. Es por eso que logró convertir un desfile de modas en una auténtica exhibición de arte pop. Y aunque sus extravagantes bolsos son los que causan mayores aspavientos, la colección también incluye piezas más neutras —que nos recuerdan los diseños clásicos de Chanel— de grandes dimensiones y fabricadas en piel con detalles en tweed y metal. La paleta de colores muestra una amplia gama que va desde los pasteles más sutiles hasta el rojo más brillante.
No se trata de carteras y bolsos inspirados en los cubos de Lego de la colección anterior de Chanel. Una vez más, Lagerfeld y sus diseñadores han logrado dejar a la audiencia con ganas de saber qué se les ocurrirá para la siguiente ocasión. ■