Gibraltar se extiende sobre una brevísima superficie de sólo 6,8 kilómetros. Coronado por un peñón frente al puerto de Algeciras (España), su encanto comienza en el magnífico contraste entre las edificaciones modernas de la parte nueva de la ciudad y aquellas que conforman el casco viejo. Comparado con destinos como Mónaco y Singapur, este pequeño territorio británico situado en el extremo sur de la Península Ibérica ofrece hoy una experiencia que va más allá de su clima privilegiado o sus vistas del mar Mediterráneo.
Anclado en las costas urbanizadas de Gibraltar, imponente y deslumbrante, descansa uno de los yates de lujo más grandes del mundo: el Sunborn Gibraltar. Acondicionado como un hotel de cinco estrellas y originalmente construido en Malasia, este superyate consta de siete pisos de altura y 142 metros de eslora. “No hay ninguna diferencia entre el Sunborn Gibraltar y un hotel de cinco estrellas construido sobre tierra firme”, señala Brian Stevendale, director ejecutivo del hotel. Y es que los acabados en materiales de alta calidad y la avanzada tecnología con los que el yate está equipado otorgan al espacio esa atmósfera característica de los hoteles más lujosos.
El superyate Sunborn Gibraltar, considerado ya como una de las estructuras más impresionantes del Mediterráneo y el inicio de una nueva tendencia en alojamiento de lujo, cuenta con 189 habitaciones en una superficie total de más de 15.500 metros cuadrados. Como es de suponer por el concepto y por su ubicación, cada una de ellas brinda espectaculares vistas panorámicas del mar, el puerto o el peñón, gracias a sus inmensos ventanales que van de pared a pared y del piso al techo. El diseño de las habitaciones y las suites ha sido concebido para que tengan mucha luz natural, y la mayoría están dotadas de espacios al aire libre gracias a generosas terrazas o balcones privados.
Los huéspedes acceden al interior de la nave a través de un puente acristalado desde el puerto de Ocean Village Marina. En el interior del yate se encontrarán con todas las amenidades y facilidades imaginables, incluido un gimnasio completamente equipado, una piscina infinita, spa, salas de conferencias y salones de fiestas.
Los huéspedes tienen todo tipo de oportunidades para disfrutar de las características únicas del yate, donde la proximidad del agua y la brisa marina crean un ambiente muy interesante. Por su parte, las áreas comunes ofrecen bonitas experiencias con unas vistas de 360 grados de los alrededores del barco que pueden disfrutarse desde sus restaurantes, bares y desde su bella y amplia cubierta.
Los dos restaurantes del Sunborn Gibraltar ofrecen dos tipos de experiencias muy diferentes. La atmósfera íntima del restaurante ubicado en el tercer piso es ideal para deleitarse con platos de la alta cocina internacional, mientras que el restaurante ubicado en la cubierta del yate, justo al lado de la piscina, es perfecto para relajarse durante todo el día.
Como en todo buen hotel que se precie, también se ofrece una zona de spa para los huéspedes. Un escondite apartado del mundo en el que se ofrecen diferentes tratamientos para relajar cuerpo y alma en una atmósfera tranquila y amena.
Sunborn Gibraltar, el hotel flotante inaugurado este año 2014, es un nuevo concepto que responde al poco espacio disponible en un territorio como Gibraltar y que podría servir de ejemplo a ciudades como Mónaco y Singapur, tan codiciadas por los turistas. Hay planes para hoteles similares en Barcelona, España, así como en América del Norte, el sudeste de Asia, Oriente Medio y Rusia. Y para el próximo mes de marzo, Londres estará a la par de Gibraltar con la inauguración de The Sunborn London, otro hotel de cinco estrellas “anclado” en el Royal Victoria Dock, muy cerca del aeropuerto de Londres.
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