Tremendo salto ha dado Mercedes-Benz en el tope de su gama deportiva. Tras cinco años de vida, la marca ya ha empezado a preparar la despedida del SLS AMG. Pero con el sustituto que han creado Mercedes y AMG, parece que no vamos a echarlo mucho de menos.
Aseguran que el recién nacido Mercedes-Benz AMG GT aspira a todo. Incluso se atreve a desafiar a deportivos consagrados como el Porsche 911, al que llega incluso a mejorar en varios apartados de prestaciones gracias al motor V8 biturbo de 4,0 litros de cilindrada desarrollado especialmente para la ocasión.
Habrá dos versiones: la primera, la básica, entrega una potencia máxima de 462 CV con los que el cupé avanza de 0 a 100 km/h (60 mph) en 4 segundos y alcanza hasta 304 km/h (188 mph); en la segunda, más deportiva y con una S como apellido, el mismo motor eleva su potencia hasta un máximo de 510 CV, mejorando su aceleración hasta 3,8 segundos y aumentando su velocidad máxima hasta 310 km/h (192 mph).
Ambas versiones, que vienen ya equipadas con el sistema Start&Stop, se combinan con la caja de cambios de doble embrague y siete velocidades AMG Speedshift DCT, que lleva toda la fuerza del motor a las ruedas traseras. Junto al cambio, un mando giratorio permitirá elegir entre cuatro modos de conducción disponibles: S (Sport), S+ (Sport plus), I (Individual) y un más responsable C (Controlled efficiency), a los que se suma un quinto, llamado Race, exclusivo para optimizar el comportamiento del AMG GT S en el circuito.
Debido a su vocación de carreras, cuenta con una suspensión independiente en sus cuatro ruedas de aluminio forjado, además de la amortiguación variable AMG Ride Control, de serie en el AMG GT S y opcional en el AMG GT base. Y como opción, el nuevo Mercedes se podrá adquirir con el paquete AMG Dynamic Plus, que modula la suspensión, el diferencial y la caja de cambios, con el objetivo de mejorar aun más el comportamiento y la seguridad del vehículo.
Su diseño, más moderno que el de su predecesor, va de acuerdo con la nueva imagen de Mercedes-Benz y proyecta una ligera estructura de aluminio que guarda las proporciones de un cupé puro: capó infinito, cintura alta, línea de techo descendente y un alerón trasero que juega un rol de aerodinámica activa, desplegándose a medida que alcanza más velocidad. Asimismo, el AMG GT se desliga de las puertas de “alas de gaviota” de su predecesor, conformándose con unas puertas convencionales para ganar un carácter propio desde el principio.
Para adquirir un Mercedes-Benz AMG GT, habrá que esperar, al menos, hasta los primeros meses del 2015. Y aunque la automotriz alemana aún no ha revelado los detalles, quien se decida por uno deberá pagar alrededor de 190.000 dólares, que es el precio que podría costar el modelo básico. ■