En la región de la Emilia-Romagna, en la zona norte de Italia conocida como la Llanura Padana, el viajero esperanzado por conocer los secretos del país trasalpino se encontrará con Módena, una pequeña ciudad cuyo encanto supera con creces lo que en un principio se espera de ella y cuyo nombre evoca a Luciano Pavarotti, Enzo Ferrari, Massimo Bottura, Parmigiano Reggiano, Lambrusco, vinagre balsámico de Módena y, también, grandes dosis de historia, monumentos, estrechas calles empedradas, tiendas de lujo e iglesias de gran belleza y solemnidad.
La ciudad de Módena está llena de arte, historia y grandes monumentos.
Piazza Grande
Su centro histórico, pequeño y grato, hay que recorrerlo indefectiblemente a pie, en un paseo pausado y reflexivo en el que en primer lugar hay que acercarse hasta la Piazza Grande, una explanada construida en el siglo XII ante la entrada del Duomo di Modena, la catedral de estilo románico que data del siglo IX y en la que se yergue impasible la Torre Cívica, también conocida como Ghirlandina, su campanario y símbolo de la ciudad. Los tres lugares fueron declarados como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1997.
También es digno de ser visitado el Palacio Ducal, convertido ahora en academia militar y claro ejemplo de la arquitectura civil del siglo XVIII. Destacan sus escalinatas, el patio de honor y las estatuas romanas que lo adornan.
Las called adoquinadas de Módena le dan a la ciudad el encanto del Viejo Mundo.
Después de esta inmersión en la historia y en el arte de Módena, les sugiero que se adentren en el Mercato Albinelli donde podrán ver rebosantes puestos con la inmejorable charcutería italiana y podrán degustar y comprar la deliciosa mortadela bolognesa junto a un rico pedazo de queso Parmigiano Reggiano, acompañados de una copa de vino Lambrusco de la zona. No se pierdan los puestos de pasta recién hecha y, sobre todo, empápense del ambiente desenfadado del lugar.
El queso Parmigiano Reggiano es una de las especialidades de la ciudad.
Muy cerca, y después del aperitivo en el mercado, vayan a comer a unos de los mejores restaurantes, el Ostería Francescana, en el cual el afamado chef Massimo Bottura da rienda suelta a una imaginación sin límites que plasma en platos que son verdaderas obras de arte de la culinaria mundial.
El Teatro Comunale Luciano Pavarotti es una visita obligada. Inaugurado en 1841, recibió su nuevo nombre en 2007 en homenaje al famoso tenor nacido y fallecido en Módena. Por otra parte, la ciudad y sus alrededores son un destino único para los aficionados a los vehículos de lujo, pues grandes marcas italianas como Maserati, Lamborghini o Ferrari tienen aquí sus bases. Enzo Ferrari, fundador de la emblemática firma, posee en Módena un museo, fundado en el 2012, en el que se pueden ver algunas de sus creaciones más representativas.
La Catedral de Módena es un excelente ejemplo del estilo románico europeo.
Los amantes de los cuadros disfrutarán como niños en el Palacio de los Museos, un espléndido complejo arquitectónico que ocupa una manzana y que encierra en su interior obras de arte de El Greco, de Velázquez y de muchos otros grandes maestros de la pintura universal.
La Catedral de Módena.
Módena, con sus grandes nombres y marcas de autos es, al mismo tiempo, una ciudad tranquila y única en la que se puede disfrutar al máximo de un imperdible fin de semana.
Fotos: www.modenaitalia.ec ■