Barbados es una isla caribeña relativamente pequeña, de apenas 34 kilómetros de largo y 23 kilómetros de ancho. Lo bueno de que tenga este tamaño es que si llueve en una playa del norte de la isla se puede llegar en una hora —incluso con tráfico— a otra de las playas del sur, y o buscar el lugar donde ya no llueva.
Si lo que buscas son aguas cristalinas, arena blanca en abundancia y cielos despejados, las playas del oeste de la isla son la opción perfecta. Por su parte, la playa más agreste de Barbados es Bathsheba, en el noreste, donde la vegetación se adentra hasta el mar. Es una delicia para los surfistas, pero bañarse entraña peligro. Por eso lo mejor es optar por sus piscinas naturales, aunque poco profundas, o contemplar su belleza desde la tranquilidad del restaurante Round House, que ofrece unas vistas excepcionales.
Más al sur, en el municipio de Saint Philip, se halla la idílica Bottom Bay, con sus bosques de palmeras. Conviene dejar el coche en lo alto de las rocas que rodean la playa y bajar a pie, aunque el trayecto resulte algo confuso. Probablemente no te encontrarás con nadie y ningún vendedor ambulante perturbará tu descanso.
Todavía más al sur está una de las playas preferidas de todo aquel que visita Barbados: The Crane. Suficientemente amplia como para no molestar al vecino y rodeada de un arrecife de coral, su arena rosada la hace imprescindible para el amante de una buena playa. Puedes llegar a ella a través del hotel The Crane, que se funde a la perfección con el paisaje.
Dover Beach, al sur de la isla, es una de las playas más cómodas. Se accede a ella a través del hotel del mismo nombre —que tiene un bar espectacular—. En el hotel Dover Beach se organizan un sinfín de actividades acuáticas como windsurf, buceo y navegación con motos acuáticas. La playa de Dover es famosa por su arena blanca sin piedras, sus palmeras y las tortugas gigantes que te harán compañía a la hora de darte un chapuzón. Si olvidamos la crema o loción protectora contra el sol, las tiendas están cerca para protegerse, algo que no siempre sucede en una playa barbadense.
Una última recomendación: una vez que pases por Rockley Beach —también llamada playa de Accra, muy popular entre turistas y lugareños— continúa un poco más arriba hasta Paynes Bay. De día, esta playa es suave y arenosa, ideal para bañistas. De noche se convierte en lo máximo para quienes buscan pubs elegantes y buena comida. En este área radican Daphne’s y The Cliff, dos de los mejores restaurantes de la isla. ¡Y los bares con gente guapa no faltan! ■
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