Mustique, una de las islas Granadinas en el Caribe, forma parte de las Antillas Menores. Ocupa un territorio de 1,400 acres de una riquísima vegetación y unos hermosos arrecifes de coral.
En 1958, el inglés Colin Tennant, Barón de Glenconner, compró la isla para desarrollarla como propiedad inmobiliaria. Fue entonces cuando regaló un terreno compuesto de 10 acres en la mejor zona de la isla a su amiga personal la Princesa Margarita de Inglaterra por su boda. La Princesa aceptó el regalo y más tarde construyó en el terreno una villa personal a la que dio el nombre de Les Jolies Eaux (las bellas aguas), refiriéndose a las magníficas vistas del mar Caribe que se disfrutan desde la villa, situada en lo alto de la colina.
A partir de entonces comenzaron a llegar a la isla los más exclusivos visitantes. Mustique empezó a atraer a discretos billonarios, miembros de la jet set internacional, actores y aristócratas. Paul Newman, Mick Jagger, Carolina Herrera, Tommy Hilfiger, David Bowie, Guillermo y Catalina de Cambridge son algunos de los visitantes que han escogido la isla para pasar temporadas de vacaciones o extender su estancia, en caso de poseer una villa de su propiedad.
Hubo un tiempo en el que los visitantes e invitados necesitaban ser aprobados antes de llegar a la isla en aviones privados. Pero poco a poco la isla se ha relajado en lo que a reglas se refiere, especialmente desde el momento en que los propietarios compraron los derechos sobre la isla y crearon lo que ahora se denomina “Mustique Company”, por lo que cada uno de los ellos tiene derechos sobre el territorio.
Aparte de sus esplendorosas aguas, playas, vegetación y exclusivo ambiente, una de las razones por las que Mustique es elegida como destino preferido, es el hecho de que tanto los turistas que se encuentran en las villas de la isla o en el exclusivo hotel Cotton House, están totalmente fuera del acceso de paparazzi y periodistas. The Mustique Company ofrece vuelos diarios desde Barbados y los visitantes deben pasar por un estricto registro de entrada. Cada villa cuenta con carritos de golf que facilitan el traslado dentro de la isla.
Si bien es cierto que hay villas que salen a la venta, en las pocas ocasiones que lo hacen es de forma silenciosa y dirigida a un mercado en particular. Uno de los requisitos que conlleva ser propietario en Mustique es la obligación de mantener un servicio que incluya un mínimo de tres personas que se ocupen del mantenimiento de la estancia. En los últimos años, se han producido más alquileres de villas, que sólo puede realizarse a través de Mustique Company.
Para entretenimiento, propietarios e invitados acuden al magnífico hotel Cotton House o al The Firefly, que con solo cinco habitaciones cuenta con los bares más visitados de Mustique. Aún así, el lugar más popular es Basil’s Bar, que ofrece actividades semanales y un maravilloso festival de blues en el mes de enero. Pero lo que más éxito tiene son las fiestas privadas en las villas, donde se reúne gran parte de lo más exclusivo de la sociedad internacional. ■
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