La capital de España es una urbe bulliciosa, vibrante y cosmopolita donde cultura y gastronomía son ejes principales de su amplia e interesante oferta turística. En los últimos años se han creado en la ciudad espacios en los que se plantea una excelsa propuesta culinaria española servida de manera moderna y desenfadada. El Mercado de San Miguel y Platea Madrid son dos buenos ejemplos de ello.
Este es el caso del Mercado de San Ildefonso, inaugurado en junio de 2014 y ubicado en el antiguo mercado tradicional de abastos con el mismo nombre. Un novedoso concepto de ocio, disfrute y socialización en torno a la gastronomía, al estilo de los street food market que pueden encontrarse en ciudades como Londres, Nueva York, Singapur o Bangkok.
El Mercado de San Ildefonso ha sido diseñado como una auténtica prolongación de la bulliciosa y cosmopolita calle Fuencarral, donde se ubica, con su tradicional suelo adoquinado y absolutamente abierto al exterior a través de grandes ventanales abatibles.
En el Mercado de San Ildefonso no encontrará a su paso cajas apiladas de hortalizas o frutas, ni la venta de carnes o pescados frescos. Su oferta se basa, principalmente, en el producto manufacturado, platos siempre listos para ser consumidos en el lugar. Es el lugar perfecto cuando se busca un descanso en la jornada de compras o un punto de encuentro después de un duro día de trabajo. También es una alternativa al aperitivo o una parada estratégica para lugareños y turistas en sus recorridos entre los conocidos barrios de Malasaña, Chueca y Tribunal.
En sus casi 700 metros cuadrados de superficie, distribuidos en tres plantas, el nuevo Mercado de San Ildefonso alberga 18 puestos de comida, tres barras de servicio ―una en cada planta― con mesas altas franqueadas por taburetes, y dos terrazas: la principal, recubierta por un graderío de madera al estilo de las plazas del barrio de Malasaña; y la segunda, un recoleto rincón a modo de espacio para fumadores, rodeado de vegetación como en un pequeño parque urbano.
Cousi, la firma de interiorismo, y el estudio Tenconten de Madrid, han apostado por un diseño que evoca la estética de las edificaciones industriales de ladrillo y hormigón, techo sorteado de vigas metálicas y tuberías expuestas con acabados naturales en madera, hierro, cobre y acero, además de lámparas parisinas de estilo retro, propio de la década de 1920.
Los puestos del Mercado de San Ildefonso destacan por la calidad y singularidad de sus comidas. Algunos llevan nombres de reconocido prestigio y otros pertenecen a jóvenes emprendedores emergentes de contrastado éxito. A todos les une una ilusión común: la pasión por su oficio y el afán por mostrar lo mejor de la gastronomía española. Jamones y embutidos ibéricos, quesos y hamburguesas gourmet; frutas y granizados, mariscos, huevos preparados de diversas maneras, cafés, cavas y una variedad de interesantes vinos; conservas y encurtidos, croquetas, pescado frito, verduras a la plancha y ensaladas. Todo en un innovador y divertido espacio en pleno corazón de Madrid. ■