Con motivo de la reciente celebración del cuarto centenario de la creación de Mellerio dits Meller, los clientes más fieles acudieron a la casa de alta joyería —que se proclama como la más antigua del mundo— en la capital francesa. “Queremos que la gente vea la rica historia de nuestra herencia”, señaló Laurent Baty, gerente general de la empresa familiar. “Que vean los documentos y las joyas que enseñan quiénes somos”.Ese pasado que con orgullo muestra Mellerio dits Meller se remonta a catorce generaciones. Durante ese tiempo, la casa francesa —que sobrevivió a varias guerras, a una revolución, a más de un cambio de régimen y a la ocupación nazi de París— ha servido ininterrumpidamente a miembros de las diferentes casas reales, a aristócratas y a la élite social europea, procurando mantenerlos a la moda de cada época.
Al revisar el archivo de Mellerio dits Meller uno se encuentra con nombres de personajes tan destacados de la historia francesa como el de la reina María de Médicis, que el 10 de octubre de 1613 dispensó a la familia Mellerio el privilegio de comerciar sin restricciones en todo el territorio de Francia, hecho que marcó el inicio del negocio familiar; y el de la reina María Antonieta, bajo cuyo patrocinio Jean-Baptiste Mellerio comerciaba en Versalles. En el histórico archivo también hay nombres famosos como el de las emperatrices Josefina, esposa de Napoleón I, y Eugenia de Montijo, esposa de Napoleón III, quien fuera la mejor clienta que Mellerio dits Meller ha tenido en toda su historia.
Otra soberana que aparece registrada en los históricos documentos es la reina Isabel II de España, que otorgó el título de Proveedor de la Casa Real a la joyería de Jean-François Mellerio cuando éste se estableció en Madrid tras huir de la Revolución francesa de 1849. Entre otras alhajas, el joyero real diseñó para Isabel II la delicada tiara Floral, hecha con diamantes engastados en platino, que la reina Sofía y la reina Letizia lucen en la actualidad en ocasiones especiales. Esta preciosa tiara de Mellerio constituyó un hito de la joyería, ya que fue la primera vez que se usó el platino en la confección de una alhaja.
Los documentos también dan fe de las dos tiaras, una de rubíes y otra de zafiros, que la reina Emma de Holanda encargó a Mellerio en 1889, las cuales luce en ocasiones la reina Máxima de Holanda actualmente. Con anterioridad, la emperatriz Eugenia de Francia había adquirido en 1868 una de las alhajas más icónicas de la casa: un broche con forma de pavo real que Mellerio presentara meses antes y con gran éxito en la Exposición Universal de París. La figura del pavo real, lograda con diamantes, platino, oro y esmaltes, con el tiempo se volvió el diseño distintivo, y el favorito, de la legendaria casa francesa de joyería.
Fuera del ámbito de las casas reales europeas sobresale un nombre que pone el acento exótico en el registro de pedidos: el de la bailarina española Anita Delgado, quien en 1908 se convertiría en maharaní de Kapurtala, India.
Para François y Olivier Mellerio, presidentes de Mellerio dits Meller, es un logro y un motivo de orgullo haber sobrevivido como empresa familiar independiente en una época en la que todas las importantes casas de joyería han sido absorbidas por los grandes grupos dedicados a la industria del lujo. Y para celebrar toda su historia de éxitos, la célebre maison parisina ha lanzado la colección Médicis con la colaboración de la maestra joyera franco-canadiense Edéenne, quien diseñó con perlas y diamantes espectaculares alhajas inspiradas en el lirio, una flor que Mellerio nunca antes había incluido en el catálogo de sus diseños.
Otra de las sorpresas que traen las celebraciones es la publicación del libro Mellerio dits Meller, Joaillier des Reines (Mellerio dits Meller, joyeros de las reinas), escrito por el experto en joyas Vincent Meylan e ilustrado con preciosas imágenes del archivo familiar. A través de sus páginas se hace un recorrido por toda la apasionante historia de una de las estirpes joyeras más antiguas del mundo. ■
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