Lacoste, la marca ícono francesa cumplió 80 años de vida el pasado mes de junio y lo celebró durante el Abierto de Francia. La ocasión fue perfecta.
Renombrada figura del tenis durante los años 1920 y 1930, René Lacoste puso de moda la camisa polo en Francia, sellando un pacto entre funcionalidad y diseño. Por aquel entonces, el uniforme preferido para el tenis era una camisa blanca abotonada y corbata, pero él prefirió su propio estilo: una camisa de manga corta, tejida y de cuello sobresaliente. Con el tiempo fue añadiendo más de su personalidad a sus diseños. El logo del cocodrilo derivó de su apodo, «el Cocodrilo», ganado por su tenacidad en la cancha.
En la celebración del 80 cumpleaños de la firma, nueve de las más lujosas casas de moda de Francia se reunieron en una excepcional colección de regalos para reflejar el espíritu de Lacoste. La exclusiva selección estuvo expuesta este verano en en el espacio de exposiciones de Colette. Hermes creó un bolso de grandes dimensiones, en piel de cocodrilo, con un compartimiento especial para llevar una raqueta de tenis. Goyard desplegó una espaciosa bolsa de viaje con el emblemático icono de Lacoste, bellamente combinado con la distintiva insignia de Goyard. S. T Dupont diseñó una elegante maleta que contenía un encendedor, dos velas, dos bolígrafos y un cuaderno con una cubierta de piqué. Baccarat hizo honor a la marca con un jarrón de cristal con el logo Lacoste en verde.
Boucheron regaló broches de cocodrilo con dos esmeraldas y un diamante. Claire Choisne, directora creativa de la firma, contó que en 1957, René Lacoste encargó uno para su esposa Simone, quien era campeona de golf. Por esta razón, el tenis no fue el único deporte considerado a la hora de concebir estos regalos. Christofle diseñó un palo de golf de plata exclusivamente para el evento, mientras que la compañía de porcelana Bernardaud creó una colección de tees (iría en itálicas) de golf en 27 colores, directamente salidos de la paleta de colores de Lacoste.
Ninguna celebración está completa sin un poco de champán y postre, y Fauchon y Veuve Clicquot respondieron a esta exigencia. La primera preparó elegantes éclairs cubiertos de conchas de chocolate que recreaban la textura de piqué de las camisas de polo mientras que Veuve Clicquot trajo el champán, presentado en una caja especial con forma de carro de golf.
Si bien estos elementos no están disponibles para la venta, Lacoste decidió crear un entretenido artículo conmemorativo que sí está a disposición del público. A principios de este año, la marca introdujo un conjunto de camisas polo de edición limitada y personalizable, a través de Facebook. Cada mes del 2013, Lacoste presentará un nuevo conjunto que será diseñado de acuerdo a preferencias individuales.
Si la celebración de los 80 años de Lacoste es un indicio de lo que le espera a la marca en el futuro, éste será uno auspicioso y sin contratiempos. ■