The Mark, uno de los hospedajes más lujosos de Nueva York, ocupa el primer puesto del ranking “Los mejores 100 hoteles citadinos del mundo” de Bilanz. Situado en una de las zonas más elegante de Manhattan, este cinco estrellas resulta muy conveniente para turistas en busca de arte, cultura y compras.
En el 2009, el hotel fue rediseñado por completo por un talentoso grupo de expertos, liderado por el diseñador francés Jacques Grange, cuya clientela incluye iconos de estilo de la talla de Yves St. Laurent, Valentino, Aerin Lauder y la princesa Carolina de Mónaco, entre otros.
Grange seleccionó y diseñó en exclusiva muebles para The Mark, colaborando también con el galerista parisino Pierre Passebon en la comisión de piezas de arte, muebles y dispositivos de iluminación creados especialmente para el hotel por artistas y artesanos, tan famosos como Todd Eberle y Karl Lagerfeld.
Todas las habitaciones y suites son un auténtico retiro en medio del típico caos de la ciudad. El hotel ofrece distintas opciones de alojamiento, desde habitaciones con cama Queen o King y vistas al jardín interno, a la avenida Madison o a la calle 77, hasta suites con cinco 5 dormitorios y terraza con vistas panorámicas al sur, al este y al norte. En sus pasillos, los huéspedes podrán percibir el aroma de la fragancia “Flor Jurásica”, creada exclusivamente para The Mark por el prestigioso perfumista Frédéric Malle.
A la hora de cenar, su restaurante cuenta con un innovador menú concebido por el chef Jean-Georges Vongerichten, tres veces galardonado con la estrella Michelin. El animado Mark Bar, con muebles y adornos hechos especialmente para el lugar por Guy de Rougemont y Vladimir Kagan, se ha convertido en el lugar de encuentro con más estilos de Madison Avenue. Huéspedes y locales se reúnen en él para disfrutar de deliciosos cocteles preparados con maestría.
El estilista Frédéric Fekkai brinda una amplia variedad de servicios de peluquería y belleza en su salón, además de vender su línea personal de productos.
La excelente ubicación de The Mark permite a sus huéspedes poder ir, incluso caminando, a atracciones de Nueva York tan famosas como el Central Park, el zoológico, el teatro Delacorte y el Summerstage, entre otros. También se encuentran a distancia peatonal museos como el Solomon R. Guggenheim y The Metropolitan Museum of Art.
Todas las habitaciones y suites son un auténtico retiro en medio del típico caos de la ciudad.
Para los interesados en el arte plástico, The Mark ofrece un tour privado denominado “Cultivated Experience”, un recorrido privado con guía por el museo de su elección que incluye chófer personal y un “Artist’s Afternoon Tea” (El té de los artistas”), servido al regreso en la habitación. El hotel también ofrece acceso VIP a exposiciones especiales en el MOMA, tours a los estudios de artistas populares y visitas privadas a galerías.
A la hora de hacer compras, muy cerca del hotel se encuentran algunas de las mejores boutiques de lujo, entre ellas Louis Vuitton, Hermès, Chanel, Cartier, Barneys New York y más. Para aquellos en busca de un servicio diferencial, una simple llamada a la consejería alcanzará para acceder a un exclusivo menú de servicios y productos de Bergdorf Goodman.
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Los característicos Pedicabs del hotel llevaran a los huéspedes que así lo deseen de paseo por las tiendas, museos y galerías de Manhattan mientras que en verano podrán navegar tres horas por el río Hudson en el velero de The Mark, disfrutando de aperitivos y tragos preparados por Jean-Georges y su equipo.
Para las familias con niños, The Mark ofrece planes muy divertidos facilitados por el emporio de juguetes Zittles, además de deliciosos snacks (tentempiés). El The Mark’s “Slumber Party” (“Pijamadas”) consiste en la estadía de la familia en una suite con una carpa hecha a medida para los más pequeños. A la hora de sacar a los niños a pasear, nada mejor que la flota de cochecitos personalizados McLaren, ideales para recorrer el Central Park o Madison Avenue.
Sumado a esto, y en un guiño a la riqueza cultural y artística del vecindario, The Mark ofrece también visitas al Museo Metropolitano de Arte, especialmente organizadas para niños de entre 10 y 13 años.
Hospedarse en el The Mark ofrece siempre una oportunidad única, tanto a los chiquitines de la casa como para los amantes del arte, de vivir una experiencia mágica en uno de los mejores hoteles de la Gran Manzana. ■