En los lobbies juegan un papel importantísimo los diseñadores. Frank Holtmann, gerente general del Le Meurice en Paris, acudió en el año 2007 al diseñador francés Philippe Starck con la intención de que actualizase el edificio, que fue construido en el siglo XIX. Para ello Starck se inspiró en el artista español Salvador Dalí, uno de los más habituales y conocidos clientes del hotel, ya que estuvo viviendo en Le Meurice durante un año, convirtiéndolo en su residencia. El nuevo diseño de Philippe Starck es una combinación del más clásico glamour parisino, donde conviven el mármol y las antigüedades del siglo XVIII junto con elementos surrealistas como un lienzo, colgado en el restaurante del hotel e inspirado en la obra de Dalí, y bajo el cuadro, las mesas, cuyas patas son tacones de mujer. Todo ello, bajo magníficas lámparas de época.
Le Meurice, París, Francia.
En Oriente, el Bustan Palace, en Omán, perteneciente a los Hoteles Ritz- Carlton, es un lujoso hotel de 5 estrellas que ha sido renovado recientemente y en el que destaca su lobby, con suelos de mármol y mosaicos en sus paredes. Considerado por muchos uno de los lobbies más impresionantes y lujosos del mundo, cuenta con una inmensa cúpula en su centro y una espléndida fuente.
Bustan Palace, Omán.
La discreción no es una de las cualidades de la arquitectura que se estila en Dubai, lo que se ha trasladado a los lobbies de sus hoteles, destacando los del Raffles Dubai, Burj Al Arab o el Gran Lobby del Hotel Atlantis, con más de 18 metros de altura y adornado por una escultura formada por más de 3,000 piezas de cristal de colores, y cuya creación le llevó más de dos años a su autor, el norteamericano Dale Chihuly.
Raffles, Dubai, EAU.
El Raffles de Singapur cuenta con un lobby de estilo victoriano adornado con numerosos balcones. Un hotel de estilo colonial abierto inaugurado en 1887 y que ha contado con clientes tan famosos como Ernest Hemingway o Alfred Hitchcock. El edificio cuenta con una de las más impresionantes colecciones de alfombras tejidas en lana del mundo, algunas de ellas exhibidas en su magnífico lobby.
Raffles, Singapur.
Volviendo de nuevo a Europa, no podemos dejar de mencionar uno de los hoteles más emblemáticos de Budapest: el Gresham Palace, construido en 1903 y que durante la época comunista se convirtió en un edificio de apartamentos, para finalmente volver a ser un hotel. Declarado edificio histórico en 1998, la cadena de Hoteles Four Seasons invirtió 5 años y más de $110 millones en su restauración, finalizada en el 2004 y que contó con la colaboración del diseñador Miklós Szenkirályi. En su magnífico lobby, la cúpula de cristal y los mosaicos de los suelos atraen todas las miradas y concitan la admiración de todos aquellos que entran al hotel por primera vez.
Gresham Palace, Budapest, Hungría.
España cuenta también con magníficos hoteles que poseen lujosos lobbies, como el del Hotel Ritz de Madrid y el del Hotel Alfonso XIII de Sevilla, edificio histórico construido en estilo mudéjar en 1929 y reformado en el año 2002.
En los Estados Unidos se pueden destacar dos hoteles que sobresalen por el valor de sus magníficos lobbies. Uno es el hotel Amangiri, en Canyon Point, Utah, cuyos alrededores son tan impresionantes que es imposible competir con el paisaje, así que tanto el hotel como el lobby se han construido con líneas muy sencillas, lo que hace resaltar la belleza natural de la Gran Escalera, monumento nacional que preside el valle.
The Breakers, Palm Beach, EE.UU.
Más al sur, Palm Beach cuenta con uno de los hoteles preferidos de las familias más influyentes – los Vanderbilts, los Rockefeller o los Astor-, el Hotel The Breakers. Fundado por Henry Morrison Flagler, la originalidad de su lobby radica en los frescos pintados a mano del techo, inspirados en el Gran Hall del Palazzo Carrega (siglo XVI) y realizados por 75 artistas que fueron traídos de Italia especialmente para la ocasión. ■