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Una visita al Portofino Hotel y Marina, ubicado a tan sólo veinte minutos del Aeropuerto Internacional de Los Ángeles, es justo lo que necesitas para aliviar todos tus males.
Al entrar al lobby principal, no se puede evitar admirar la belleza del Living Room Lounge, que luce aún más impresionante ahora que está decorado para la temporada de principio de año.
Este lounge cuenta con una decoración marítima bellísima, ventanales espectaculares que se extienden desde el piso hasta el techo y candelabros muy elegantes. La pieza central de la habitación es una enorme chimenea de arenisca que genera una atmósfera elegante y acogedora, ideal para disfrutar un cóctel o la música en vivo que se presenta los fines de semana.
El hotel, decorado por completo en tonos azul marino y elementos náuticos, cuenta con amplias habitaciones con balcones privados. Entre las comodidades que vale la pena resaltar, están las bicicletas para andar en la playa (cortesía del hotel), el gimnasio, un centro de negocios y una piscina climatizada con vista al mar.
La atmósfera romántica del decorado mediterráneo convierte al Portofino Hotel en un gran sitio para una boda, con más de 8,000 pies cuadrados de espacio para eventos, ocho salas de reuniones y vista al mar de 180 grados. Anidado en la orilla del mar, el jardín también es el escenario perfecto para una ceremonia mágica.
Uno de los momentos más memorables de mi estadía fue compartir la noche con una colonia de lobos marinos de California. Desde el balcón de mi suite, pude tener una vista maravillosa de estas criaturas que jugueteaban en la playa.
El Portofino Hotel también alberga el imperdible restaurante BALEEN Kitchen que deleita con una selección de gastronomía fresca y ecléctica estilo californiana y cuenta con impresionantes vistas del puerto en sus comedores al aire libre y desde el elegante salón en el piso superior.
Los chefs Vasili Tavernakis y Paul Dinulescu han creado menús innovadores de temporada para el brunch, la comida y la cena. El menú principal incluye cioppino, vieiras asadas con pan tostado, schnitzel de cerdo con polenta, salsa de hongos y marsala, y tapas de langosta, marisco, queso y carnitas de pato. El brunch también ofrece una deliciosa variedad de platillos, incluyendo huevos benedictinos con cangrejo buey del pacífico, que se sugiere acompañar con smoothies especiales.
La historia del hotel también es muy interesante: el Portofino Inn, bautizado así en honor a la ciudad costera de Italia, fue inaugurado por la campeona de carreras automotrices Mary Davis en 1965 para generar interés en el desarrollo inmobiliario King’s Harbor, que abriría de manera oficial tres años más tarde. La propiedad era frecuentada por pilotos de carreras, incluyendo al legendario conductor de la Fórmula Uno, Peter Revson. El sitio fue el destino final de la primera edición de la famosa carrera «Cannonball«, de Nueva York a Los Ángeles, que se realizó por primera vez en 1971. En 1986, el hotel fue adquirido por la empresa Noble House y ha permanecido como una de las mejores propiedades del grupo durante más de tres décadas.
Entre las atracciones locales que puedes visitar durante tu estadía en este maravilloso hotel están el centro de Redondo Beach, el muelle, los avistamientos de ballenas, la pesca en alta mar, el mercado local estilo Farmer’s Market, y el Centro de las Artes de Redondo Beach, así como los centros comerciales Riviera Village y South Bay Galleria. Las rutas para caminatas distribuidas por todo el pueblo, incluyendo un espectacular sendero de 27 millas que se extiende por la costa de Malibú hasta la península de Palos Verdes, también resaltan entre los atractivos locales.
El hotel invita a los huéspedes a experimentar un «verano interminable» durante cada visita, sin importar la época del año. Por mi parte, puedo dar fe de que el Portofino Hotel y Marina, definitivamente cumple con esta promesa. ■
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