Perugia.
Umbría, con su capital Perugia, es uno de esos lugares únicos de Italia. Esta pequeña región situada en la parte central del país está apenas a una hora en auto del aeropuerto de Roma. Los italianos la llaman il cuor verde d’Italia (el corazón verde de Italia), ya que su territorio está surcado por impresionantes colinas, montañas, valles y llanuras. Su topografía está dominada por los montes Apeninos y por el río Tiber, que lo recorre en dirección norte-sur y forma una frontera natural con la región de El Lacio.
Monte Petriolo es una pequeña aldea cercana a la ciudad de Perugia que no supera el centenar de habitantes. Está situada en una pequeña colina en el idílico valle de Néstor, donde se encuentra uno de los pocos bosques de robles Farnetto que pueden hallarse en Europa. En este apacible enclave de inusual belleza se encuentra Borgo Dei Conti Resort, un complejo residencial que abarca 20 hectáreas de olivares y bosques centenarios. La propiedad y el palacio pertenecieron a Lemmo Rossi Scotti, Conde de Montepetriolo, famoso pintor italiano del siglo XIX.
Borgo Dei Conti Resort.
La minuciosa restauración del palacio convertido en un lujoso hotel abrazó la filosofía de salvaguardar la arquitectura original en un diálogo perfecto entre lo nuevo y lo viejo. De ese modo, en sus 58 habitaciones, el internet y la televisión por cable conviven en perfecta armonía con el encanto de las antiguas chimeneas, los techos pintados y los frescos en las paredes. Lo mismo ocurre en los 8 apartamentos acondicionados con todo tipo de comodidades que son utilizados habitualmente por quienes pasan temporadas más largas en la región.
El majestuoso salón de estar es también lugar propicio para la lectura. Los patios interiores bien merecen una visita, y dar un paseo al caer la tarde por el jardín y sus alrededores con sus bellos estanques, es todo un placer.
El restaurante, situado en lo que fue originalmente el salón de baile, puede albergar hasta 200 personas en un ambiente elegante y refinado, donde podrá disfrutar de la mejor culinaria italiana e internacional. Junto al comedor hay un bar, un salón de puros exclusivos y una taberna en la que se pueden degustar exquisitos vinos de la región.
Borgo Dei Conti Resort ofrece, además, una área de fitness, zona de bienestar con saunas, baño turco, hidromasaje, una pista de tenis, campo de juego para el fútbol, voleibol y baloncesto, piscina y bicicletas para excursiones. El complejo también organiza paseos a caballo y recorridos concertados. Los amantes del golf están de suerte, pues hay un campo situado muy cerca.
La ubicación del hotel es perfecta si quiere descubrir las bellezas de esta región de Italia. En Perugia y Chiusi puede visitar sus importantes reliquias etruscas, y muy cerca se encuentran pequeñas ciudades históricas y destinos espirituales y culturales como Asís, Gubbio, Cascia, Orvieto, Spoleto, Todi y Foligno.
A los amantes del arte del Renacimiento italiano les apasionará este recorrido porque Umbría es la región que vio nacer a Pietro di Cristoforo Vanucci, más conocido como El Perugino, pintor muy apreciado por sus delicadas obras y por su excelencia a la hora de mezclar sutilmente los colores. Un artista célebre en su juventud, quien a los 26 años fue elegido para decorar la Capilla Sixtina junto a Boticelli y Ghirlandaio.
EL PERUGINO. Adoración de los Reyes Magos.
La ruta de El Perugino debe comenzar por el pueblo que lo vio nacer en 1448: Città della Pieve. Allí se encuentra el famoso fresco de la Adoración de los Reyes Magos, obra maestra de enorme belleza en la que se observa al fondo los campos y paisajes que circundan la ciudad.
Una carretera local que atraviesa verdes y ondulados valles y colinas nos acercará a Scarzuola, una pequeña ciudad con calles medievales, fuentes, palacios y templos. No deje de visitar uno de los callejones más estrechos y románticos de Italia, que tiene “la anchura del beso de una mujer”, como lo dice su nombre, Vicolo Bacciadonna.
La misma carretera conduce hasta Paciano y Panicale, ambas poblaciones incluidas entre “i borghi più bello d’Italia” (las ciudades más bellas de Italia), ilustre club al que pertenecen algunas ciudades del país trasalpino que, por su cuidado patrimonio y calidad de vida, bien merecen el calificativo. En la villa de Panicale está muy bien custodiado pero con fácil acceso el San Sebastián que El Perugino pintó para representar el martirio del santo romano.
Si se acerca la hora de comer, encamine sus pasos a la Trattoria Lillo Tatini, situada en un viejo palacio, justo a la entrada del centro histórico. Buena decoración, interesantes vinos y gastronomía con mayúsculas. Atrévase a probar su admirable pasta fresca aromatizada con trufas negras, admirablemente preparada por Patrizzia y Vittorio, los dueños del negocio.
Perugia.
El viaje que sigue la estela vital y creativa de El Perugino termina en Fontignano, población en la que el pintor, después de finalizar su Virgen con el niño en la Iglesia de la Anunciación, sucumbió en pocos días a la peste que asolaba a la región. Fue enterrado precipitadamente en una fosa común y sus restos fueron rescatados posteriormente para darle una sepultura más digna.
Umbría es un destino encantado, casi místico. Un lugar donde el arte se funde con una naturaleza esplendorosa creada para ofrecer al viajero disfrute, paz y sosiego.
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