Este resort con aires palaciegos ofrece alojamiento en bungalows —de hasta 150 metros cuadrados, con suites y amplias terrazas techadas— o en villas —de hasta 350 metros cuadrados con dos, tres o cuatro dormitorios, y tres o cuatro baños— con hermosas vistas al mar o a sus campos de golf. Combinando lujo y buen gusto, los techos abovedados, las vigas de madera labradas a mano y las chimeneas de piedra caliza italiana crean un ambiente de calidez en cada espacio.
Uno de los lugares más cuidados de las villas y los bungalow son sus amplios baños, que cuentan con duchas con revestimientos de mármol y cómodas bañeras. Además, las batas de baño y las zapatillas, importadas directamente de Italia, son de una textura y una calidad exquisitas.
En cuanto al servicio, en las villas de Pelican Hill es completamente personalizado, ya que los huéspedes pueden tener a su disposición un conserje y un mayordomo para atenderles. Además, si se desea una cena íntima romántica o familiar, hay un servicio de chef privado, ya que cada alojamiento cuenta con una cocina totalmente equipada para elaborar comidas gourmet, con horno, refrigerador y bodega para vinos con temperatura y humedad controladas.
En las zonas comunes del hotel, cada detalle ha sido cuidado para mantener el estilo clásico italiano. La exclusiva piscina Coliseum, por ejemplo, forma una circunferencia perfecta de más de 40 metros de radio, está decorada con más de un millón de mosaicos de cristal cortados a mano y se encuentra rodeada de palmas de Canaria. Un ambiente que traslada directamente a los huéspedes a la campiña mediterránea de la Italia renacentista.
El Resort at Pelican Hill ofrece, por otro lado, una gran variedad de servicios a sus clientes. Para relajarse, está el spa con 22 salas de tratamiento privado, de belleza, gimnasio, sauna, vapor y una piscina profunda estilo romano de agua térmica, que está cubierta por un bonito techo de bóveda de cañón o medio punto.
Para quien prefiera los deportes al aire libre, el complejo turístico tiene dos campos de golf de 18 hoyos diseñados por el célebre Tom Fazio, uno de los más premiados arquitectos de campos de golf (campos de golf de los que todo buen aficionado debería disfrutar). La Casa Club cuenta con salones individuales para hombres y mujeres y una famosa boutique de artículos de golf de importantes marcas internacionales. También se puede encontrar asesoría profesional de primera en la Golf Pelican Hill Academy, con las clases del instructor Glenn Deck, reconocido entre los 100 mejores del mundo por la reconocida revista Golf Magazine.
Los más pequeños de la familia también tienen su espacio. El complejo ofrece programas para niños de diferentes edades con juegos interactivos, consolas de videojuegos Wii y Playstation, karaoke, un patio techado con calefacción y una piscina especialmente diseñada para niños.
Para redondear su oferta de ocio, el complejo turístico apuesta por la buena comida. El reconocido chef francés Jean Pierre Durbay es el responsable de los platos que se ofrecen en sus cinco restaurantes. Los más auténticos sabores italianos se sirven en la atmósfera elegante pero casual del Andrea, donde la pasta se hace a mano, así como sus famosos Cannellonis al Sugo di Mare. De postre se ofrecen los deliciosos gelatos artesanales con sabores que varían dependiendo de la estación del año. Y, por supuesto, dispone de una extensa carta de vinos para acompañar la comida.
Disfrutar de una pizza o una pasta gourmet en las terrazas de la piscina Coliseum es una opción refrescante y placentera para el almuerzo. Si se prefiere una cena con la vista espectacular del océano, el Pelican Grill es el lugar indicado. Es un restaurante famoso por sus mariscos frescos. Más desenfadado, el Piccolo at the Villas ofrece pequeñas porciones para degustar un menú global.
Finalmente, para beber un buen espresso, un cappuccino o un macchiato con el auténtico sabor de Italia, están los Caffé y Caffé II, localizados en el vestíbulo principal del hotel y en el Club de Golf, respectivamente.
El Pelican Hill Resort, ubicado entre las exclusivas comunidades de Laguna Beach y Newport Beach, a 45 minutos del aeropuerto de Los Ángeles, es la escapada perfecta para disfrutar de dos lujos que parecía imposible unir: una clásica villa veneciana y vistas al océano Pacífico. ■