México es un país de exuberante naturaleza y de rica historia cultural que se ha revelado en las últimas décadas como uno de los destinos turísticos de mayor crecimiento en el segmento de lujo. Las paradisíacas playas del golfo de California -una extensión del océano Pacífico que se ubica entre la península de Baja California y los estados de Sonora y Sinaloa, en el noroeste de México- convocan cada año a miles de turistas.
Y justo en el extremo sur de la península, en el municipio de Los Cabos del estado de Baja California Sur, se encuentra uno de los resorts más exclusivos del país: el idílico One and Only Palmilla.
El edificio donde hoy en día se encuentra emplazado el complejo fue construido en el año 1956 por Don Abelardo Rodríguez (hijo del que fuera presidente interino de México del 1932 al 1934, Abelardo L. Rodríguez) como un recluido retiro vacacional con tan sólo 15 habitaciones de lujo. En sus orígenes, el acceso al hotel era posible solamente a través de embarcaciones o aviones privados, y por su exclusividad era frecuentemente visitado por estrellas de Hollywood como John Wayne y por políticos estadounidenses como el expresidente Dwight D. Eisenhower.
En el año 2004, el hotel fue reconstruido y ampliado con una inversión de más de US$ 90 millones, pero conservando su estilo original. El One and Only Palmillas ofrece en la actualidad confort, lujo y elegancia, manteniendo la más cuidada privacidad para cada uno de sus huéspedes.
Entre su amplia variedad de habitaciones se destacan las suites de 130 metros cuadrados (1.400 pies cuadrados), que cuentan con espectaculares vistas panorámicas al golfo de California –también llamado mar de Cortés-, amplios dormitorios con baños de lujo, sala de estar, comedor, terraza exclusiva con piscina privada y servicio de mayordomo. Para aquellos que quieran aún mayor privacidad, el complejo ofrece también una serie de Casitas de entre 63 y 185 metros cuadrados (680 y 2.000 pies cuadrados) de una sola habitación, con amplísimos salones de estar, comedores, terrazas privadas con piscina, jacuzzi y las infaltables vistas panorámicas.
Pero quizás su oferta más interesante sean sus Villas privadas de cuatro y cinco habitaciones. Se trata de espléndidas casonas que superan los 1.000 metros cuadrados de superficie (más de 10.000 pies cuadrados) delicadamente decoradas con una estética que resalta los estilos locales y aprovecha los recursos naturales de la península para ofrecer las vacaciones soñadas tanto para la familia como para los amigos.
La variedad de actividades que ofrece el resort es verdaderamente sorprendente, y cuenta además con una de las pocas playas de Los Cabos en donde las aguas del mar no son peligrosas y está permitido nadar: la playa Pelícano. Además, tiene a disposición de sus huéspedes yates de lujo, un multi-premiado campo de golf de 27 hoyos diseñado por la reconocida firma Jack Nicklaus, canchas de básquetbol y de tenis, gimnasio de última generación, playas perfectas para la práctica del surf con instructores de nivel internacional y un spa especialmente equipado para garantizar el relax y la privacidad de cada huésped.
Para completar una experiencia inolvidable, el complejo ofrece cinco restaurantes de excelente nivel internacional, entre los que se destaca el Seared, especializado en carne de res y frutos del océano Pacífico y liderado por Jean-Georges Vongerichten, chef destacado con varias estrellas Michelin.
Se puede llegar a este complejo a través del Aeropuerto Internacional de Los Cabos, que tiene vuelos directos desde la mayoría de las ciudades de los Estados Unidos.
One and Only Palmillas ofrece una variadísima carta de servicios de excelencia para todos los gustos, enmarcado en un paraíso terrenal de fácil acceso que conserva la exclusiva privacidad de sus primeros años.■