Nicaragua ha sido hasta ahora un destino turístico para los viajeros más aventureros. Con un paisaje casi virgen de lagos inmensos y playas tropicales, volcanes activos y abundantes ríos, además de islas inexploradas y grandes selvas, es uno de los países, aún por descubrir, más fascinantes del mundo. Pero aunque dueño de una naturaleza tan impresionante, sus infraestructuras turísticas no están a la altura de este patrimonio natural, y es en este aspecto donde el Mukul Boutique Hotel, inaugurado en febrero de 2013, ha abierto el camino a este tipo de resorts ecológicos, convirtiéndose en el ejemplo de lo que algunos empresarios quieren desarrollar en el país: el ecoturismo de lujo.
Mukul Beach se levanta entre un exuberante bosque tropical y la paradisiaca playa de Manzanillo, en perfecta armonía con la naturaleza que lo rodea. Cuenta con treinta y seis alojamientos: doce villas en la playa, con piscina y jardín privado cada una de ellas, que más recuerdan a residencias veraniegas de lujo que a establecimientos hoteleros, y veintitrés bohíos, construidos en una frondosa colina a noventa metros sobre el mar.
Pero el alojamiento estrella es la Casona de Don Carlos, residencia veraniega de Carlos Pellas, propietario de Mukul Beach, que está disponible para los clientes cuando la familia se encuentra ausente. Con el objetivo de que sus huéspedes se sientan como en casa, y fruto de un tradicional sentido de la hospitalidad, ofrece a los visitantes su propio barco para paseos, y también abre la casona familiar de Granada, joya colonial de Nicaragua declarada Patrimonio Universal de la Humanidad por la UNESCO, para cenas privadas, además de organizar visitas al ingenio azucarero de su propiedad, donde se elabora uno de los mejores rones del mundo: el ron Flor de Caña.
Hay dos nombres propios que debemos mencionar por su destacado papel en este espléndido resort. Uno es el del diseñador de interiores Paul Duesing, que con notable maestría combinó el uso de elementos tradicionales y modernos, a fin de conseguir para Mukul un ambiente contemporáneo con identidad local. El otro es el de David McLay, arquitecto escocés responsable del diseño del magnífico campo de golf de dieciocho hoyos, que se extiende hacia el mar a un lado y hacia las colinas al otro, surcado por arroyuelos y sombreado por grandes árboles.
Otras zonas que se pueden disfrutar del resort son el Spa, integrado por seis pabellones individuales con jardines, que se pueden reservar por horas para disponer de total privacidad, y la sala de degustación de rones, que además de ser un cálido lugar de reunión, es un guiño a un elemento importante de la tradición local.
Mukul, palabra maya que significa secreto, se ha desvelado como un lugar único. Creemos que los dioses a los que veneraban los antiguos habitantes de estas tierras, lo aceptarían como morada. ■