Uno de los atractivos más imponentes de Yucatán son sus haciendas, casonas coloniales que pueblan las carreteras del estado y que no sólo han sobrevivido al paso del tiempo, sino que han sido restauradas y adaptadas para convertirse en hoteles de lujo. Entre estas casonas coloniales mexicanas, destaca la Hacienda Temozón, una residencia majestuosa ubicada a sólo 35 minutos del Aeropuerto Internacional de Mérida. Sus magníficas proporciones —abarca alrededor de 37 hectáreas (91 acres), divididas en tres plazas principales y diversos edificios— le dan un aire señorial, aunque la sencillez de sus elementos arquitectónicos la convierten en un monumento que deslumbra por su sobriedad y elegancia.
El estado que aloja a esta bellísima residencia es una de las regiones más diversas y bellas del país. Bien sabido es que los yucatecos gustan de la buena comida, y que su amabilidad proverbial se ha convertido en característica de la región. También considerado como uno de los estados de mayor riqueza histórica y cultural, Yucatán es conocido por sus playas, lugares arquitectónicos y pueblos mágicos.
Temozón, originalmente construido por Don Carlos Peón Machado en el siglo XVII, fue restaurado en 1995 por el arquitecto Luis Bosoms utilizando las técnicas y los materiales originales de la época en que se levantó esta suntuosa mansión, lo que permite a sus huéspedes experimentar el esplendor de la hacienda tal y como fue en sus épocas doradas.
La casa principal se encuentra erigida sobre una plataforma a la usanza de los edificios coloniales de mayor jerarquía. Situada en medio de la selva tropical, destacan con fuerza sus paredes de color coral y detalles blancos. Las 28 habitaciones y suites de Temozón se encuentran alojadas dentro del edificio principal. Son amplios espacios de exquisita decoración que han sido bautizados según su utilidad original: la cocina, la escuela, la farmacia. Cada una de estas habitaciones ha sido habilitada con los más exquisitos detalles, entre los que no puede faltar una hamaca tradicional donde dormitar al más puro estilo maya.
Con una vista abierta hacia sus magníficos jardines principales y su piscina, el restaurante de la Hacienda Temozón propone platos en los que converge la alta cocina internacional con las delicias yucatecas, exquisiteces heredadas de la tradición maya. Los ingredientes utilizados en su cocina son orgánicos y cosechados en los huertos de la misma hacienda. No olvide solicitar una cena romántica a la luz de las velas en plena selva, una experiencia realmente inolvidable.
Los exteriores de la Hacienda Temozón son presididos por la piscina, que se extiende a todo lo largo de los jardines y cuenta con varias columnas que sobresalen del agua. Su exclusivo spa es reconocido a nivel internacional por su servicio de primera categoría. Allí se puede disfrutar de tratamientos tradicionales mayas, en los que se usan productos locales naturales creados a la antigua usanza. Y también se puede recibir un tratamiento especial dentro del cenote que se encuentra en la propia hacienda.
Por su atractivo legado histórico, su exquisita decoración tradicional y sus excelentes servicios gastronómicos y de bienestar personal, la Hacienda Temozón es el lugar perfecto para disfrutar de la selva de Yacatán. ■