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Uno de los ejemplos más notables de un hotel boutique es Grace Cafayate, en Argentina, una estancia rural enclavada entre grandes viñedos, que ofrece servicios exclusivos con identidad absolutamente diferente a las cadenas hoteleras, a partir de la identificación con las costumbres, tradiciones, cocina y paisaje de cada lugar.
Cafayate es una localidad de la provincia de Salta, en el noroeste del país, reconocida internacionalmente por albergar viñedos en altura que son de excelente calidad para la producción de vinos. Pero lo que realmente la convierte en una ciudad de ensueño es su impactante paisaje montañoso, con cerros de múltiples colores e imponentes alturas.
Aprovechando las bondades del lugar y explotando la rica tradición cultural de la zona, la cadena Grace ha erigido enCafayate un delicioso resort turístico compuesto por un hotel boutique de lujo, villas turísticas y condominios privados complementados por un lujoso spa, gastronomía de primer nivel, campo de polo y un espléndido campo de golf.
La clave del servicio del Grace Cafayate es la personalización. Al hacer su reserva, el huésped recibirá un formulario donde podrá programar todas las comidas a su gusto, los aromas de preferencia y las comodidades para sus habitaciones, así como los productos de cuidado personal para el baño. De igual manera, podrá consultar sobre las excursiones y programar caminatas o jornadas de golf y polo.
La decoración y la arquitectura del complejo responden a las tradiciones locales, con edificios de paredes de piedra rústica y mobiliarios de materiales nobles como la madera maciza y revestimientos de cuero, combinados con tecnología de última generación, obligatoria en cualquier alojamiento de este nivel.
Las suites Grace presentan 79 metros cuadrados cubiertos (850 pies cuadrados) y terrazas de 18 metros cuadrados (193 pies cuadrados), y están delicadamente decoradas con un lujo sobrio; el protagonismo lo tienen las vistas panorámicas hacia el este y el norte, un retrato de imponentes montañas de picos nevados y prolijos viñedos en los valles.
Para aquellos que deseen mayor privacidad y una sensación más hogareña, las villas turísticas están compuestas por pequeñas casas de entre 150 y 170 metros cuadrados (unos 1.600 y 1.800 pies cuadrados) equipadas con el mismo nivel de instalaciones de lujo que las habitaciones del hotel, pero sumando un comedor, una cocina y una sala de estar privada, además de relajantes terrazas de más de 60 metros cuadrados (800 pies cuadrados).
La experiencia se completa con una oferta gastronómica de primer nivel en un restaurante de cocina regional e internacional que otorga especial énfasis a las famosas carnes argentinas asadas y a los exquisitos vinos de las bodegas locales. De hecho, el resort cuenta con un bar de vinos donde se realizan a diario degustaciones diseñadas para cada uno de sus huéspedes.
Grace Cafayate invita a conocer intensamente los paisajes, tradiciones, sabores y culturas del norte argentino, en un ambiente de lujo y cuidados personales que resulta único en cada ocasión por la esmerada personalización del servicio. ■