El paisaje es de montañas, lagos, inmensos glaciares y planicies salvajes donde sólo cabalga el viento. Así es la Patagonia profunda, aquélla que muy pocos conocen y que permanece alejada del bullicio entre las montañas del sur. Es una región pródiga en misterios, leyendas y pioneros como el inglés Joseph Percival Masters, quien en 1914 fundó Estancia Cristina, ubicada en la parte suroeste de la provincia de Santa Cruz, en Argentina.
Los rumores de fabulosas tierras de pastoreo sin dueño a orillas de un gran lago, en algún lugar de aquellas lejanas montañas azules del oeste, impulsaron a Masters a la aventura. Reunió dinero, caballos y ganado y se lanzó, junto con su familia, a la aventura de atravesar las llanuras patagónicas en pos de su sueño. Luego de varios años y peripecias, arribó a su tierra prometida, bautizándola con el nombre de su hija: Cristina. Hoy, el establecimiento forma parte del Parque Nacional Los Glaciares y recibe a exclusivos visitantes que buscan experiencias diferentes en contacto con la naturaleza. Vea aquí nuestra selección de destinos en todo el mundo.
El Glaciar Upsala, con sus 60 kilómetros de largo que culminan en las aguas del Lago Argentino, es uno de los más importantes del Parque Nacional Los Glaciares y constituye un notable atractivo de la Estancia Cristina. Desde el casco de la hacienda es preciso recorrer unos 10 kilómetros en todoterreno por caminos de montaña. Luego, se emprende una breve caminata hasta el frente oriental del glaciar. La vista de la inmensidad del Glaciar Upsala, junto al Lago Guillermo y el Campo de Hielo Continental que emerge entre la Cordillera de los Andes, es conmovedora y única.
Alojarse en esa geografía es una de las experiencias más intensas de contacto con la naturaleza. Esta hospedería patagónica es, además, punto de partida para diversas excursiones. Las confortables habitaciones están distribuidas en cinco cabañas con vista a los imponentes Cerros Norte, Pfifter y Moyano, y sus glaciares colgantes. La estancia ofrece a los fatigados viajeros una reparadora cocina regional de nivel internacional y servicios de excelencia. En ella se luce el famoso cordero patagónico y la elaboración artesanal de platos elaborados con verduras frescas locales. Por su parte, la carta de vinos propone una excursión por los sabores de las distintas regiones argentinas.
Estancia Cristina es, también, un sitio paradisíaco para los amantes de la pesca. El río Caterina presenta un ambiente ideal de pozos y correderas para la pesca de truchas arcoíris (oncorhynchos mykiss). Pero, además, en febrero de cada año, entra a desovar el salmón del Pacífico (oncorhynchus tshawytscha) con ejemplares de gran porte.
Para acceder a Estancia Cristina es necesario abordar una embarcación exclusiva en el puerto Punta Bandera, muy cercano a la pequeña ciudad de El Calafate, punto de arribo a esta magnífica experiencia patagónica. ■