La nueva creación del aclamado cineasta Francis Ford Coppola, no es una película, sino un hotel boutique de lujo en el sur de Italia. Sin embargo, Palazzo Margherita no es el primer hotel de Coppola. El director de El Padrino se ha hecho su propio nicho en el negocio de la hostelería con galardonados alojamientos en Guatemala, Belice y Argentina. Los Resorts Coppola son una colección de propiedades elegantes y ecológicas emplazadas en bellos entornos naturales, lejos del ajetreo y el bullicio de las capitales del mundo.
La última incorporación a su “plantilla” es el Palazzo Margherita, ubicado en Bernalda, una pequeña ciudad de montaña en la región de Basilicata del sur de Italia donde nació el abuelo de Francis. Está a sólo veinte minutos de las playas de arena blanca y las aguas azul cobalto del Mar Jónico. No es una ciudad de lujo, pero la vida aquí se despliega ante tus ojos al más puro estilo italiano, como en las películas de los años 50 y 60. La comida y el vino han mantenido su autenticidad lejos del turismo de masas hasta la fecha. La Basilicata es un paraíso para los gourmands más exigentes, hogar de una amplia variedad de productos artesanales y trattorias que ofrecen los clásicos productos frescos del campo combinados con carnes a la brasa, pastas caseras, pescados y mariscos. El vino de la zona tampoco está nada mal y es un aperitivo perfecto después de una siesta tranquila o de un refrescante baño en la piscina del hotel.
El Palazzo, que abrió sus puertas en marzo como un hotel íntimo, es una villa del siglo XIX restaurada con enorme imaginación por el legendario diseñador francés Jacques Grange. Se encuentra en la plaza del pueblo, y tiene grandes y pesadas puertas de entrada que se abren a un patio y a la piscina, donde se celebró la boda de Sofía, hija de Francis. Hay siete grandes suites y dos habitaciones sobre el jardín con frescos en el techo, suntuosos baños y lozas de cerámica meticulosamente restauradas, junto a las más modernas comodidades tecnológicas y las colecciones de las mejores películas italianas de todos los tiempos. La piscina y el amplio jardín del patio confieren al Palazzo la sensación de ser un refugio mágico y atemporal. El resultado es una fusión entre un Hotel de la Belle époque y una villa familiar.
Pequeñas ciudades y pueblos se reparten a lo largo de las colinas esculpidas de la Basilicata. Los huéspedes pueden dar paseos en bicicleta y explorar esta zona recóndita e inexplorada en la que resuenan sueños de tranquilidad y felicidad. Las playas y campos de golf cercanos ofrecen opciones recreativas, y la oferta de arte contemporáneo de Matera complementa los lugares de interés histórico de esta antigua tierra conquistada por los griegos siglos antes del Imperio Romano. Incluso las más antiguas cavernas conocidas como Sassi han sido restauradas y convertidas en pintorescas iglesias, casas, museos y restaurantes. Coppola lo define mejor que nadie: “Hay cosas que hacer… o simplemente no hacer nada”.
Puede que haya lugares más bellos en Italia, pero si está buscando una escapada de lujo auténticamente italiana, en una ciudad donde el encanto local es la atracción principal, el Palazzo Margherita es el lugar para usted. ¡Ciao Bella! ■