A orillas del río Maigue que baña el pueblo de Adare en Irlanda, se encuentra el mítico Adare Manor, uno de los mejores hoteles de lujo de Europa. Adquirido por el magnate local J.P. McManus, este suntuoso resort fue completamente restaurado y remodelado para ofrecer 104 habitaciones de lujo, un exclusivo campo de golf diseñado por Tom Fazio, salón de eventos para 350 personas, cine privado y área de spa.
El palacio original fue construido en la primera mitad del siglo XVIII por el segundo Conde de Dunraven, Henry Windham, quién decidió dejar un legado familiar con el que nunca lo olvidaran. Su visión fue construir una “Calendar House” que no sólo representase el calendario, sino que contuviese los más opulentos lujos posibles.
Diseñado al estilo neogótico por James Connolly, James Pain y George Richard Henry, el edificio ofrece una clara referencia al calendario con sus 365 ventanales (días del año), 52 chimeneas (semanas del año), 7 pilares (días de la semana) y 4 torres (estaciones del año). La sección más impactante del palacio es su gigantesca galería, de 132 pies de largo y 26,5 de alto, inspirada en la sala de los espejos del palacio de Versalles. Fue en el año 1860 cuando se inauguró finalmente este espléndido palacio, junto con sus 840 acres de parque.
La propiedad permanecería en la familia por más de 100 años, siendo después comprada por un consorcio de inversiones europeo, y a partir de la década de 1980 se convirtió en un lujoso hotel y campo de golf que alojó a estrellas internacionales como Catherine Zeta Jones, Tiger Woods y el presidente Bill Clinton, entre otras celebridades.
En el año 2014, la propiedad fue adquirida por el magnate J.P. McManus, oriundo de Limerick, por una cifra que rondó los 30 millones de euros. Un año después, decidió embarcarse en la reforma más importante de la historia de Adare Manor.
A las 62 habitaciones originales, se le sumó el ala oeste para llegar a un total de 104 unidades. Todas las habitaciones cuentan con el mismo estilo clásico que caracteriza al palacio, pero incluyen avances tecnológicos típicos de un hospedaje moderno, como sistemas de entretenimiento que memorizan las preferencias de cada huésped, iluminación funcional con sensores de movimiento y llaves electrónicas sincronizables con teléfonos celulares, entre otros avances.
La modernización del resort incluyó la construcción de un salón de eventos con capacidad para 350 personas, un cine privado de 28 butacas y un área de spa con piscina climatizada de inmejorables vistas al río Maigue.
El trabajo de remodelación general fue realizado por el prestigioso estudio de arquitectos Reardon/Smith, mientras que la redefinición y modernización del campo de golf estuvo a cargo del respetadísimo Tom Fazio. La decoración de interiores fue obra del estudio Richmond, responsable del Four Season de Moscú, entre otros proyectos relevantes.
El trabajo más valioso de todo este proceso fue posiblemente la restauración artesanal de las molduras de madera, mármoles, objetos decorativos y muebles antiguos originales que datan del siglo XIV en adelante. Esta recuperación arquitectónica, impulsada por Mr. McManus, es de un enorme valor cultural para la conservación histórica.
Al estar emplazado en una región campestre, las actividades son múltiples y variadas. El huésped puede realizar cetrería (adiestramiento de halcones), caza, arquería, senderismo, ciclismo de montaña, pesca en el río Maigue, visitar ruinas históricas del siglo XIV, cabalgatas y paseos a localidades cercanas como Limerick o Adare, entre muchas otras opciones.
Por su apasionante historia, su innegable belleza, sus modernos equipamientos tecnológicos y sus servicios de última generación, el Adare Manor es sin dudas uno de los mejores hoteles de lujo de Europa. ■