El creador italiano ha sabido imprimirle a ambos el mismo estilo minimalista de su moda y esa elegancia eterna que lo caracterizan, jugando con conceptos como la funcionalidad, la estética y la comodidad. Una estrategia perfecta para fortalecer su marca.
Entrar al Hotel Armani de Milán, por ejemplo, es encontrar interiores de inspiración art decó en elegante armonía con una arquitectura moderna. Concebido como un auténtico y exclusivo “refugio europeo”, el maravilloso hotel destaca sobre todo por la serenidad del ambiente, diseñado muy al estilo Armani con suaves tonos dorados, plateados, gris y beige, todos de matiz apagado y hábilmente combinados.
Por otro lado, en un gesto que demostró su seguridad en sí mismo y su firme determinación a triunfar, apostó por inaugurar su primer hotel, el de Dubái, en el edificio más alto del mundo: el Burj Khalifa.
Con esta nueva iniciativa profesional, el brillante diseñador se ha propuesto sincronizar las distintas divisiones del Grupo Armani para fortalecer la marca matriz y hacerla perdurable en la mente y la memoria de sus seguidores. Así, en los hoteles Armani los huéspedes y visitantes pueden tener una experiencia global de la marca en sus diferentes facetas y asimilarla como una forma de vida.
Y es que recordemos que Armani es mucho más que ropa. La marca también ha ido lanzando a lo largo de su historia perfumes y cosméticos, accesorios como gafas de sol o relojes, los muebles Armani Casa e incluso los dulces Armani Dolce y las flores Armani Fiore.
Sin embargo, el mega diseñador italiano no es el único que se ha aventurado a lanzar un amplio arcoíris de productos, incluyendo hoteles. Otros grandes creadores como Missoni, Bvlgari o Diane Von Funstenberg, entre otros, se han aventurado también al diseño interior de hoteles de lujo para fortalecer su identidad y hacerla perdurable, en contraposición al carácter intrínsecamente efímero de la moda.
Habilísimo para los negocios y consciente de lo complejo que es el mundo de la hotelería, Armani se asoció para su nueva iniciativa con el grupo de bienes raíces de Dubái “Emaar Properties”, que se encarga de construir y administrar los complejos hoteleros Armani Hotels & Resorts y con el que busca abrir al menos otros ochos centros turísticos en el mundo.
Aunque su afán de expandirse fue criticado al principio por algunos que veían en este paso la posibilidad de que el adentrarse en el mundo hotelero pudiese contribuir más bien a disolver la marca y debilitarla, los hoteles Armani se han mantenido desde que fueron inaugurados, han incluso sobrevivido la recesión, han jugado con el principio de exclusividad y han salido fortalecidos en este competitivo negocio sin perder en ningún momento el timón. ■