Desde su inauguración en 1912, el Maria Cristina Hotel ha estado íntimamente unido al acontecer histórico y cultural de San Sebastián, España. Esta ciudad costera, en el extremo sur de la bahía de Vizcaya, se convirtió en el destino favorito de la realeza y la aristocracia del siglo XIX que buscaba disfrutar del sol y la playa. De esta forma, San Sebastián pasó de ser una localidad de pescadores a convertirse en una próspera ciudad cosmopolita que requería de modernas instalaciones de lujo para satisfacer las demandas de sus clientes más exigentes.
La envidiable ubicación del majestuoso edificio junto al río, con vistas al mar, y obra del arquitecto francés Charles Mewes — responsable también de la construcción del hotel Ritz de Madrid y París—, dio como resultado que el hotel María Cristina se convirtiera inmediatamente en el alojamiento favorito de la alta sociedad internacional en la ciudad.
En julio de 1912, la regente de España, María Cristina de Habsburgo-Lorena, fue la primera persona en cruzar el umbral de este lujoso y emblemático hotel, bautizado en su honor con su nombre. Más de 40 años después, con la inauguración del Festival de Cine de San Sebastián en 1953, el hotel atrajo a grandes personalidades de la gran pantalla como Elizabeth Taylor o Bette Davis. En años posteriores, han desfilado por el hotel personajes de la talla de Woody Allen, Julia Roberts, Richard Gere, Brad Pitt y Susan Sarandon, entre otros.
Tras una remodelación en la que se invirtieron más de 33 millones de dólares, el hotel María Cristina es hoy un alojamiento exclusivo de cinco estrellas con decoración moderna, amplias suites, un esmerado cuidado en todos los detalles y un restaurante de primera categoría.
Decoradas al estilo de la Belle Époque y equipadas con exclusivos artículos de Luxury Collection, las 136 habitaciones y 28 suites de lujo del hotel María Cristina están diseñadas para brindar el máximo confort. Hay habitaciones regulares y Deluxe con vistas al jardín; también están las Premium, que tienen vistas al río. Por su parte, las espaciosas suites Junior, así como la Grand Suite y la Suite Real, la máxima expresión del hotel, combinan vistas extraordinarias con el lujo de alojarse en el punto más privilegiado de la ciudad.
En cuanto a la gastronomía, el hotel dispone de una de las mejores ofertas de la ciudad con su restaurante Easo, decorado con bellos candelabros, regias columnas rematadas con capiteles corintios dorados y yeserías adornadas con efigies y guirnaldas de delicadas flores.Testigo y protagonista de una época de esplendor y reclamo turístico de primer nivel, el emblemático hotel María Cristina es uno de los alojamientos más relevantes de España. Sin duda, el lugar donde el público más selecto prefiere hospedarse durante su estancia en San Sebastián.
Qué hacer en San Sebastián
Con un nivel de actividad cultural que es raro para una ciudad de su tamaño, San Sebastián presume de tener uno de los mejores festivales de cine de Europa, recibiendo anualmente la visita de una constelación de estrellas como Brad Pitt, Robert De Niro, Meryl Streep y George Clooney. El festival anual de jazz es otra de sus referencias indiscutibles. En él se congregan los mejores músicos y cantantes del mundo.
Es destino favorito de los amantes de la gastronomía de vanguardia, pues es una de las zonas del mundo con mayor concentración de estrellas Michelin por metro cuadrado. Allí han abierto sus restaurantes celebridades de la cocina como Martin Berasategui, Pedro Subijana, Juan Mari y Elena Arzak o Andoni Luis Aduriz, por citar a los más conocidos. Chefs que muestran una culinaria apasionada, de enorme gran modernidad y siempre respetuosa de la tradición y de los productos de excelsa calidad.
Por otra parte, la ciudad es también famosa por sus bares y tabernas, en los que se pueden degustar los afamados “pinchos”, pequeñas y refinadas elaboraciones gastronómicas en pequeñas dosis a las que hay que acompañar, indefectiblemente, con un buen vino español.
En verano, se vive de cara al mar y se disfruta del surf, del sol y de los paseos junto al Cantábrico. El arte se encuentra en los espacios abiertos y accesibles, pues en el paseo marítimo se pueden admirar las obras de grandes artistas que se funden con el paisaje urbano, estableciendo un diálogo en profundidad con su entorno natural. El peine del viento, de Eduardo Chillida, es una obra de hierro que desafía al mar, y la Construcción vacía de Jorge Oteiza defiende la fuerza de las olas que rompen en el Paseo Nuevo.■
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