Da igual si usted ha estado a China en otras ocasiones o si hace su primera visita al país asiático, no deberá perderse ciertas “experiencias” que harán su viaje más memorable. Ya sea a través del arte, la música, el deporte o la comida, los hoteles de lujo, resorts y agencias de turismo ofrecen cada vez mayores y mejores propuestas relacionadas con la historia, la cultura y el estilo de vida de China. Vea aquí más artículos sobre cultura y viajes.
El arte es una de mis principales pasiones, así que antes de mi viaje, hice arreglos con Exotissimo, una excelente empresa de turismo de Asia, para incluir en mi itinerario una sesión de pintura china con pincel. No fue una demostración cualquiera, la compañía organizó una clase privada con el gran maestro Niu Hongkai, quien es nada menos que el instructor del presidente de China, Xi Jinping. Sería difícil alcanzar un mayor prestigio.
Pintando con el maestro.
Después de beber el té verde ceremonial en su estudio, rodeados de sus obras y valiosas antigüedades —incluyendo una escultura de jade de 2.500 años que en algún momento estuvo prestada al Museo Británico—, el encantador Niu nos puso a trabajar. Comenzamos haciendo ejercicios que consistían en dibujar círculos con un inmenso pincel para desarrollar fluidez de movimiento. Al mismo tiempo, el gran maestro explicaba que la pintura con pincel es una expresión espiritual, que va “del corazón a la mano”. El pincel, dijo, es el sexto dedo, una extensión del cuerpo.
Nos ofreció una demostración. Sus movimientos eran rápidos y preguntamos si sus creaciones siempre eran tan veloces. “La ejecución misma es rápida, pero el proceso para llegar a ese punto es muy largo”, explicó el maestro. Luego, nos llegó el turno de pintar, y, al final, nos llevamos orgullosos nuestras obras, junto con pinceles y papel para prácticas que el maestro Niu Hongkai nos dio como regalo.
Exotissimo también nos organizó una clase privada de Tai Chi en el Capital Mandarin School con uno de los maestros, el señor Li, y su alumno estrella, Zhang Jiu Hua.
Debido a que antes sólo había visto imágenes de personas de edad avanzada practicando los fluidos movimientos en los parques, me sorprendió el rigor y la fuerza muscular necesaria para esta disciplina. Probablemente, el mejor ejemplo de esto es un ejercicio que hicimos con una larga vara de bambú. Nos invitaron a tomar la vara y empujarla contra el vientre del alumno, quien la repelió utilizando tan solo sus músculos.
En el estudio de Zhang Xiao-Gang (izquierda) en Beijing.
Más que Shanghai, Beijing es hoy el centro de los grandes artistas del país y allí se encuentra la Central Academy of Fine Arts. Por tanto, no es sorprendente que fuera en la capital del país nuestra visita a la casa-estudio de Zhang Xiaogang, uno de los artistas más importantes de China, quien recientemente vendió uno de sus trabajos en Sotheby’s por 12 millones de dólares. Por ser la afortunada propietaria de una de sus obras, disfruté mucho de la reunión, observando su proceso de creación mientras él explicaba su arte. También nos reunimos con el fotógrafo Wang Quigsong, y su talentosa esposa, en su casa y su estudio. Él presentará una muestra de sus gigantescas obras de arte fotográficas en el Frost Art Museum de Miami, en la Florida, Estados Unidos, a finales de este año.
(I) Foto de gran formato que representa la cabeza de la Estatua de la Libertad con el cuerpo de Chairman Mao.
(D) Obra reciente de Zhang Xiao-Gang en su estudio.
Otra de mis pasiones es la comida. Por eso disfruté mucho de las experiencias ofrecidas por Peninsula Hotels en lo que ellos han llamado su Peninsula Academy. Una de las actividades que ofrecen en cada uno de sus hoteles en Asia son diferentes clases de cocina con distintos giros. En Beijing, por ejemplo, fuimos con el chef Sam al famoso sector antiguo llamado Hutongs, donde degustamos un tradicional desayuno de Beijing elaborado con diferentes variedades de pasta de frijol y soja. También visitamos uno de los muchos mercados de frutas, verduras y pescados donde se abastecen los más de 21 millones de habitantes de la ciudad.
El chef explicó los ingredientes más inusuales y la forma en que se utilizan en la cocina, un antecedente ideal para la clase donde nos enseñaron a preparar dumplings y rollitos de primavera. En honor a la verdad, agradecimos no tener que hacer los dumplings, después de haber visto todos los ingredientes que hay que picar para los rellenos. Nos tocó la mejor parte: comer.
Después, visitamos la cocina típica china. Vimos a los chefs en acción con sus woks, y nos explicaron que para ascender hasta la posición de wok número uno, que es el título del chef principal, a veces se requieren hasta 18 años. De esa clase salimos con nuestro diploma, un delantal, gorros de cocinero, recetas y una gran dosis de inspiración para preparar comida china en casa. Más artículos sobre gastronomía internacional.
Preparando dumplings con el Chef Sam en el Peninsula de Beijing.
En Shanghai optamos por el tour de arte, teniendo como guía al renombrado galerista Ming Ming Chen de AroundSpace. Visitamos la impresionante colección de arte del hotel, así como varios museos, disfrutando de sus expertos comentarios y explicaciones sobre las obras y las tendencias artísticas. Nos sorprendió saber que, recientemente, había abierto sus puertas un museo privado: el Long. El día terminó con una visita a Pearl Lam Gallery, que ha vendido varias obras a la familia Rubell, unos importantes coleccionistas de arte y fundadores del museo Rubell Family Collection en Miami, mi ciudad natal.
Nos hubiera gustado tener tiempo para tener otras experiencias de las que ofrece Peninsula Academy. Muchas llamaron nuestra atención, como el paseo en helicóptero por la Gran Muralla, una clase para fabricar cometas en la Plaza de Tiananmen, la oportunidad de disfrazarnos y subir al escenario al estilo de las estrellas de la ópera china, o el recorrido por los hitos arquitectónicos en un Rolls Royce Phantom. ¡Será para el próximo viaje! ■