En la actualidad, Verona es una boyante ciudad muy frecuentada por los viajeros amantes del arte y de la historia. Una visita a esta preciosa urbe debe comenzar en uno de los monumentos romanos más famosos del mundo: la Arena de Verona, símbolo de la ciudad, construida en el siglo I d.C. como lugar de encuentro en el que sus habitantes disfrutaban de combates de gladiadores.
Situada al norte de Italia, en la región del Véneto, y capital de la provincia homónima, Verona es una próspera y hermosa ciudad considerada por muchos entre las más interesantes del país transalpino.
La inmensa Arena de Verona, con capacidad para 20.000 espectadores, está situada en la bellísima Piazza Bra y es el tercer mayor anfiteatro del mundo. En esta plaza se celebran, desde hace más de cien años, majestuosos espectáculos dirigidos e interpretados por grandes figuras internacionales de la música y del bel canto. Este año, la edición 93 del Festival Lírico de la Arena de Verona ―que se lleva a cabo desde junio hasta el mes de septiembre― acoge más de 60 representaciones, entre las que destacan las óperas Aida, Tosca, Carmen y Romeo y Julieta, entre otras.
Muy cerca de la Arena de Verona se halla el imponente Palacio de la Gran Guardia, y al sur, el neoclásico Palacio Barbieri. En su lado septentrional se encuentra el famoso Listón, el lugar de paseo por excelencia de los veroneses. Al final está Via Mazzini, la calle más animada y elegante de la ciudad, donde están situadas las mejores tiendas y boutiques de renombre. Esta calle termina en Via Capello, famosa por la casa en la que el célebre poeta y dramaturgo inglés William Shakespeare imaginó la residencia de Julieta, con el icónico balcón desde el cual la joven escuchaba las tiernas palabras de su enamorado Romeo.
A pocos pasos está la majestuosa Piazza delle Erbe, antiguo foro romano rodeado por la omnipresente Torre de los Lamberti y las Casas Mazzanti, con sus legendarios frescos en su lado derecho. En la cercana Piazza dei Signori (Plaza de la Señoría) se alza la estatua del gran escritor Dante Alighieri, esculpida en mármol de Carrara, rodeada por legendarios palacios de notable importancia histórica y artística.
En esta zona es inevitable visitar las monumentales tumbas de los Señores de Verona, colocadas en el atrio de la Iglesia de Santa María Antica. No muy lejos está Via Sottoriva, una de las calles emblemáticas de la ciudad, en cuyo final se observa el ábside de la iglesia de Santa Anastasia, ejemplo del gótico italiano, que alberga el célebre fresco San Jorge y la Princesa de Pisanello.
Junto al río Adigio, que divide la ciudad, se encuentra el admirable Puente de Piedra y el Teatro Romano y, a lo lejos, se divisa claramente el gran domo de la catedral de Santa Maria Matricolare, que comenzó a construirse en el siglo VIII y que atesora un valioso retablo de Tiziano.
Dos de los mejores hoteles de cinco estrellas para alojarse en Verona son el Gabbi D’Oro y el Due Torri, que ocupan preciosos edificios históricos. Para comer, nada mejor que Casa Perbellini, especializada en la cocina creativa italiana del Véneto concebida con entendimiento. ■