No es necesario ser un teólogo para visitar Alemania y seguir los pasos de Martín Lutero, un hombre que ejerció gran influencia no sólo en la religión, sino también en las artes, la política, la educación, y en la formación de la lengua alemana moderna a través de su traducción de la Biblia. Ubicados en medio de los más hermosos paisajes y bosques de Alemania, los estados de Sajonia-Anhalt y Turingia cuentan con pequeñas ciudades y pueblos que impresionarán a los viajeros con su historia, cultura, arte y gastronomía.
Alemania, la tierra de Lutero, dio inicio en el año 2007 a una celebración que durará de diez años, hasta el 2017, fecha en que se cumplirán los 500 años de la Reforma. Durante este periodo de celebraciones, se destaca un tema concreto cada año y las ciudades históricas repartidas por todo el paisaje bucólico alemán celebran fiestas, exposiciones y conciertos. Todo ello con la figura histórica de Lutero como eje principal. Da igual si usted decide viajar en automóvil o en tren, puede adaptar su ruta para incluir todos los lugares de interés histórico y turístico en los alrededores de estas ciudades, que están rebosantes de actividades y comodidades para aquellos que buscan descubrir la cuna de la Reforma Protestante del siglo XVI.
Eisenach.
Cada ciudad en la ruta de Lutero ofrece a sus visitantes la oportunidad de sumergirse en espectaculares rincones de Alemania, y descubrir algunos de los puntos más destacados de la región. Es el caso de la ciudad de Eisenach y el castillo de Wartburg, donde Martín Lutero permaneció durante su exilio forzado y comenzó la traducción del Nuevo Testamento. También la ciudad de Wittenberg, donde Lutero clavó sus 95 tesis en la puerta de la Iglesia de Todos los Santos (Schlosskirche), un acontecimiento que cambiaría el curso de la historia europea. Y está Eisleben, la ciudad en la que nació y murió Lutero, y donde se puede visitar su casa natal, reconocida como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
Dessau.
Si usted es amante de la arquitectura, no se olvide de visitar Weimar y Dessau. Además de ser una ciudad que abrazó la Reforma desde el principio, Weimar es la sede del Museo Bauhaus. Y, en la cercana Dessau, uno puede encontrar las Casas de los maestros de la Bauhaus, diseñadas por Walter Gropius, que también están incluidas en la lista del Patrimonio Mundial de la Unesco.
Weimar.
Hay varias docenas de destinos bien conservados que pueden incluirse en una visita —breve o prolongada— de la región, por lo que es recomendable reservar una noche o dos en algunos de los espléndidos hoteles que se encuentran en toda la zona.
El Elephant Hotel, cuya historia se remonta a principios del siglo XVI y ahora se ha actualizado con la fina elegancia y detalles de la Bauhaus (escuela de artesanía, diseño, arte y arquitectura fundada en 1919), es una de las muchas opciones para el viajero exigente. Y dado que Martín Lutero amaba los placeres de la mesa, no se pierda el restaurante gourmet Anna Amalia del hotel Elephant, recientemente seleccionado como uno de los diez mejores restaurantes de Alemania y el único en el estado de Turingia en haber alcanzado una estrella Michelin. En el Anna Amalia, su chef Marcello Fabbri sirve delicias de la rica cocina mediterránea con una interpretación completamente nueva y única de platos originales.
Elephant Hotel.
Para una comida más tradicional, busque algunos de los platos emblemáticos de la zona, como el rostbratwurst (salchicha elaborada con carne de cerdo y embutida en tripa natural) de Turingia, que data de 1404 y se dice que fue una de las comidas favoritas de Martín Lutero.
Con siglos para desarrollar una impresionante identidad religiosa, histórica y cultural, en la ruta de Lutero hallará sitios que no se parecen a ningún otro lugar que haya visitado. Es el momento de aprovechar esta oportunidad y disfrutar de lo que la región tiene para ofrecer durante la década de celebraciones de la Reforma. ■