Uno de los atractivos de este paraíso en la tierra es Kittitian Hill, un gran proyecto en el que está previsto una inversión de más de 600 millones de dólares para cuando finalice. Lo lidera el prominente empresario de Trinidad Val Kempadoo, un emprendedor social y promotor inmobiliario. Por ahora va abriendo por fases. Lo que ya se puede visitar es el hotel Belle Mont Farm, el campo de golf Irie Fields y el club de playa, entre otros.
Fervoroso seguidor del turismo sostenible, este complejo de lujo se extiende a lo largo y ancho de 400 acres de tierras de cultivo orgánico, desde los mil metros sobre el nivel del mar de las laderas del Monte Liamuiga hasta la playa, donde el Caribe se encuentra con el Atlántico.
Para alojarse, puede elegir Belle Mont Farm, una granja con unas vistas de infarto sobre la selva tropical. Las habitaciones se dividen en dos tipos. Por un lado están las casas de huéspedes, con un diseño único: galerías abiertas a ambos lados, porche, piscina y un baño con una ducha de lluvia y bañera independiente. Suman 84 y tienen una única cama.
Por el otro lado, hay 74 casas rurales, más espaciosas, pensadas para familias y pequeños grupos de hasta cuatro parejas, cada uno con su propia casa de huéspedes. Por supuesto, todo lo que se come allí procede de la huerta local y de proveedores isleños. Hospedarse aquí cuesta a partir de $2.250, y acceder al spa $200 al día por pareja.
Otra posibilidad son las villas Yaya Groves, escondidas entre campos de frutales y frondosos árboles. También tienen campo de golf, restaurantes y spa. No olvide probar el Champagne Sunday Brunch, con más de 30 platos, tapas y demás delicias culinarias. Para escapar del bullicio diario, despejar la mente y descansar el cuerpo, tiene Kittitian Hill a 15 minutos de vuelo de las islas St. Barth y St. Martin, adonde llegan las principales compañías aéreas del mundo.
Puede ser una alternativa estupenda para escapar de las islas caribeñas más visitadas y para iniciarse en el turismo ecológico, una tendencia imparable en todo el mundo. ■