Es posible trasladarse a la Edad Media sin necesidad de hacer un viaje en el tiempo, pues visitar alguna de las tres poblaciones medievales del Viejo Continente que les proponemos los llevará a un pasado de esplendor histórico sin tener que abandonar el siglo XXI. Siéntanse parte de la historia en estas tres magníficas y perfectamente bien conservadas villas medievales.
Olite
Navarra, España
El Reino de Navarra siempre fue cuna de gentes nobles que dieron forma a localidades como Olite, un pueblo histórico anclado en el pasado y situado a poco más de media hora en automóvil de la famosa ciudad de Pamplona. Entre sus calles empedradas, sus palacios nobiliarios con escudos de armas, plazas y antiguas iglesias de gran belleza, destaca el Palacio Real, residencia del rey Carlos III el Noble y del resto de los reyes navarros hasta su incorporación a la Corona de Castilla. Fue uno de los castillos medievales más lujosos de Europa, pues contaba con infinidad de habitaciones, caprichosas torres, ricas decoraciones, agraciados jardines y hasta un zoológico. Además, en su interior se ubica ahora el Hotel-Parador de Olite, un alojamiento en el que es muy sencillo sentirse inmerso en un oasis de paz e historia gracias a sus antiguas vidrieras, arcadas y muros centenarios de piedra. Declarado Monumento Nacional en el año 1925, el Palacio Real ocupa un tercio del casco urbano medieval de Olite.
Cortona
Toscana, Italia
La cuarta ciudad más grande de Toscana es Cortona, cuyo casco antiguo está ubicado muy cerca de las sinuosas montañas de Arezzo, muy cerca de la vecina provincia de Umbría. Cortona tiene un aspecto pintoresco, un poco más largo que ancho, y está repleto de bellezas históricas y artísticas como el antiguo foro romano, los palacios renacentistas del Capitano del Popolo del siglo XIV y la residencia del cardenal Passerini del siglo XVI. También vale la pena pasear por sus estrechas callejuelas para llegar a la Iglesia de Santa María de la Asunción, la graciosa catedral del siglo XV diseñada por Cristofanello y Laparelli. No dejen de visitar la zona conocida como el Iannelli, donde se encuentran algunas casas medievales conservadas perfectamente. Las fachadas que sobresalen a la calle están reforzadas con enormes y majestuosas vigas de madera, y es posible ver restos de las antiguas casas etruscas y romanas sobre los cimientos de estas residencias.
Cochem
Renania-Palatinado, Alemania
Decir Cochem, localidad ubicada al oeste de Alemania, es hablar del castillo de Reichsburg, que se halla en lo más alto de una colina situada en el valle del río Mosela, una construcción fortificada protegida que data de mediados del siglo XI. En la primera mitad del siglo XIV, el arzobispo Balduino de Tréveris conectó el castillo y la ciudad con murallas masivas. Además, en esta época se instaló también una gruesa cadena debajo del castillo para formar una barrera de peaje extraíble a través del río. En el casco antiguo de Cochem se aprecian restos de la antigua muralla, hoy ya desaparecida, y de algunas de sus puertas de acceso. Es un placer pasear por la Markplatz, ver el ayuntamiento barroco, la iglesia de San Martín y el monasterio de los Padres Capuchinos, así como el viejo molino de mostaza. Si le apasionan las ciudades medievales, no puede perderse Brujas o Verona. ■