Domaine de Murtoli, una finca de lujo con villas privadas, se extiende más de 6.000 hectáreas en la montañosa isla francesa de Córcega. Aquí, 17 casas de antiguos pastores han sido transformadas para asumir una nueva función como lujosas residencias de alquiler. La finca presenta lo mejor que la naturaleza puede ofrecer: bosques sombreados, playas de arena blanca, altas montañas, preciosa vegetación y vistas deslumbrantes del mar Mediterráneo.
Desde el siglo XVI, las casas de los pastores y los rediles, las vacas y las ovejas ocupaban el valle. En 1994, el área cobró nueva vida y comenzó su transformación cuando Paul Canarelli heredó de su abuelo una gran propiedad y en su homenaje inició su restauración. Domaine de Murtoli, que es como se llama la misma, ha florecido desde entonces hasta llegar a lo que es hoy: una manifestación del amor por Córcega de Canarelli y su esposa Valerie.
Cada casa de Domaine de Murtoli está aislada y nunca da la impresión de excesiva modernidad. De hecho, el diseño respeta las tradiciones locales de la arquitectura patricia con arcos altos, suelos de terracota, gruesas paredes de piedra y techos de madera. Una combinación de muebles antiguos y tradicionales, chimeneas de leña, cocinas totalmente equipadas y excelentes bodegas rebosan de un lujo único, coherente con la naturaleza y nunca excesivamente opulento. Las villas, que varían en tamaño y pueden hospedar hasta 13 personas, están disponibles con vistas al mar Mediterráneo, a la campiña y al valle.
Domaine de Murtoli es un refugio rústico con comodidades modernas y actividades para todos los gustos. Aquellos que buscan la relajación pueden disfrutar de una copa de vino de la bodega del hotel o de una tranquila comida en sus dos restaurantes: La Grotte (la Gruta), una cueva natural transformada, y La Plage (la Playa), ubicado en medio de un olivar y donde los huéspedes pueden gozar de la arena y la brisa del mar. Cada plato en Murtoli es preparado utilizando los ingredientes más frescos, que se obtienen directa y localmente de la tierra y el mar. Aunque si lo que prefiere es una comida campestre también se ofrecen servicios de catering.
Para todos aquellos que disfrutan de la naturaleza de una forma activa existen muchas opciones. Los aficionados a la pesca podrán probar suerte en el mar y el río, mientras que los amantes del golf podrán jugar en un campo diseñado por el experimentado Kyle Phillips y que ofrece vistas excepcionales.
También hay una gran variedad de senderos para pasear o montar a caballo en colinas, playas, bosques, terrenos rocosos e incluso a la orilla del río. La caza, una tradición ancestral en Córcega, también tiene su lugar en Domaine de Murtoli, y los huéspedes están invitados a traer sus perros de caza.
Domaine de Murtoli proporciona una forma de lujo que se aleja del convencionalismo en la más natural de las formas. En este paraíso insular que parece haberse mantenido incólume al paso del tiempo, los huéspedes pueden liberar sus mentes de la prisa y el bullicio de la vida cotidiana y relajarse con los paisajes inolvidables de Córcega. ■