Las residencias de verano de los monarcas y nobles franceses eran lujosas mansiones destinadas al placer de sus moradores. Conservadas en perfecto estado, hoy forman parte del patrimonio de Francia y se pueden visitar a través de cruceros fluviales, en caravanas o incluso en bicicleta. Una de las mejores opciones es seguir una ruta por carretera con paradas en los castillos más importantes erigidos a lo largo del río Loira. Otras interesantes rutas en Europa: La ruta de Lutero en Alemania y el Valle del Duero en Portugal.
Comenzando en Orleans, al suroeste de París, y finalizando en Nantes, cerca del océano Atlántico, este recorrido de unos 200 kilómetros invita a disfrutar de la buena vida francesa y combina arte, leyendas y gastronomía con momentos de relax en sus jardines, paisajes y viñedos.
Por su valor arquitectónico y su historia, estos son 10 de los castillos más emblemáticos:
Castillo de Chambord