Lombardía, una de las regiones más emblemáticas de Italia, ocupa la zona norte del país. Allí se encuentran ciudades tan representativas como Milán, Lecco, Como, Mantua o Brescia, pero también está una pequeña y coqueta ciudad que, por su belleza e historia, destaca particularmente: Bérgamo, una urbe mágica e inspiradora que traslada al viajero a un tiempo anclado en el Renacimiento.
Situada a los pies de los Alpes, Bérgamo es la localidad que vio nacer al gran pintor Caravaggio y al genial músico Gaetano Donizetti. Es una hermosa ciudad amurallada, con una rica arquitectura medieval, renacentista y barroca, de preciosas y cuidadas calles empedradas, es un remanso de paz y tranquilidad para los viajeros.
A Bérgamo la conforman dos zonas muy bien delimitadas: la Ciudad Baja (Città Bassa), más moderna y situada en la llanura, y la Ciudad Alta (Città Alta), ubicada en la colina ―con acceso por carretera o mediante un funicular― y tal vez la más interesante, pues allí se encuentran los principales monumentos, palacios y alicientes del Bérgamo más antiguo.
En Città Alta hay que dejarse abrazar por las casas del centro histórico y sus monumentos, observando la luz que se filtra a través de los edificios de Piazza Vecchia. Las vistas que nos ofrecen los puntos panorámicos de la Torre Cívica (Campanone) y la Torre di Gombito son únicas. Aquí también está el majestuoso Palazzo Della Ragione, una de las más bellas y antiguas mansiones de Lombardía.
Un lugar imperdible es la Piazza del Duomo, donde se halla el baptisterio ―construido en el siglo XII con mármol rojo de Verona― y la Capilla Colleoni, un edificio que muestra el mejor estilo arquitectónico del Renacimiento, donde se encuentra la tumba de Bartolomeo Colleoni, célebre condotiero de Bérgamo. También debe visitarse la Basílica de Santa María Maggiore, que comenzó a construirse en 1137, así como el Castillo de San Vigilio, desde donde se domina toda la ciudad, con su espléndido parque que es lugar de paseo durante las agradables tardes primaverales.
En el centro de la ciudad están las antiquísimas pastelerías que ofrecen el dulce más típico de Bérgamo: el Polenta e Osei, elaborado durante siglos con huevo, miel, chocolate blanco derretido y pasta de avellanas.
Entre la amplia oferta gastronómica de Bérgamo destacan sus trattorias, restaurantes familiares en los que disfrutar de unos menús que fusionan recetas centroeuropeas con lo mejor de la cocina italiana, especialmente la pasta. Un lugar tradicional es la Trattoria La Colombina, en la Vía Borgo Canale 12, un espacio típicamente italiano con un servicio agradable y atento donde sirven los mejores casoncelli de la ciudad. Los casoncelli, el plato de pasta más típico de la región de Lombardía, se prepara con pasta fresca rellena de carne que, en manos de los cocineros de Bérgamo, se convierte en toda una obra de arte culinaria.
Bérgamo también cuenta con muy buenos hoteles y uno que despunta por su lujo y su perfecta ubicación en Città Alta es el hotel Relais San Lorenzo, un cinco estrellas que dispone de spa, sofisticadas suites y una magnífica cocina. ■