Si el mar le inquieta, pruebe a surcar un río. Los cruceros también navegan por las aguas dulces más emblemáticas del mundo. Y, en los últimos tiempos, los barcos fluviales han crecido mucho como producto turístico. En ellos, cultura y paisaje se dan la mano, y el viajero disfruta de pequeñas y grandes ciudades, de castillos imponentes y de viñedos, desde su privilegiada atalaya.
En Europa, las opciones para navegar y hacer turismo son múltiples. Se puede recorrer Francia por el cauce del Sena, del Ródano y del Saona; el caudaloso Danubio le llevará por Eslovaquia, Hungría y Austria; Alemania es sinónimo del Rin, llamado la autopista del Medievo, y también del Mosela; el Maas y el Escalda se mueven por los Países Bajos, y el Volga ruso, el río de los zares, une Moscú con San Petersburgo. En África, el Nilo es el rey de los ríos y de los cruceros fluviales, mientras que el Mekong y el Ganges lo son de Asia.
Los barcos de río no son tan colosales como los cruceros de mar (suelen dar alojamiento a unos 200 huéspedes), aunque las instalaciones de los más lujosos no tienen nada que envidiarles. Los camarotes se transforman en cabinas, y se han desarrollado tanto que los hay hasta temáticos. En la República Checa, el río Elba le llevará desde la ciudad de Děčín, en Bohemia del Norte, hasta Dresde, en Alemania, y si realiza el trayecto en noviembre podrá disfrutar de una divertida cata de los mejores vinos checos, o si lo hace en diciembre, de una colorida exposición de productos de adviento regada con el tradicional vino caliente, indispensable para hacer frente a las bajas temperaturas invernales.
Y, por supuesto, hay ofertas de lujo. La compañía australiana Scenic Cruises, por ejemplo, ofrece cruceros fluviales a partir de 2.200 euros (2.476 dólares aproximadamente) por persona a lo largo y ancho de Europa y Rusia, en espaciosas cabinas y suites con menú de almohadas, duchas de diseño, sábanas de algodón egipcio, televisores de 32 pulgadas de alta definición y acceso a internet mediante wifi de alta velocidad, entre otras comodidades. Tampoco suelen faltar en los barcos de la más alta gama un gimnasio, varios restaurantes y salón de juegos.
Otras compañías que ofrecen circuitos fluviales son Panavisión Cruceros, que navega por Europa y por el Yantzé chino; Croisieurope, especializada en el Viejo Continente; Politours River Cruises, Iberostar Grand Amazon, que surca Brasil, y Aqua Expeditions, que ofrece una experiencia del más alto nivel también en el Amazonas. Vea aquí otras formas especiales de conocer mundo, como viajando en lujosos y legendarios trenes. ■