Desde que el cosmonauta ruso Yuri Gagarin se dio a conocer como el primer humano en visitar el espacio en 1961, realizar un viaje fuera de la órbita terrestre se ha convertido en uno de los principales anhelos de numerosas personas. Gracias a la Fundación Gateway, aquellos afortunados están a solo unos pocos años de poder concretar este sueño. La fundación anunció recientemente que se encuentran en el proceso de diseño del primer hotel espacial del mundo, con una apertura proyectada para 2027.
Según Tim Alatorre, el principal arquitecto diseñador de la estación espacial Von Braun, el hotel funcionará mucho más como un crucero o un parque temático que como una estación espacial común. En otras palabras, su diseño será mucho más agradable estéticamente que el retro-futurismo industrial típico de la arquitectura espacial que comúnmente vemos en las películas.
Quizás el aspecto más impresionante de este plan, innegablemente espectacular, es el hecho de que los conceptos de diseño se crearon por primera vez en la década de 1950. De hecho, el nombre de la estación espacial se deriva de Wernher von Braun, ingeniero mecánico y aeroespacial alemán, nacionalizado estadounidense, considerado como uno de los más importantes diseñadores de cohetes del siglo XX. Él fue quien inicialmente desarrolló los planes para este increíble hotel, y gracias a su visión tan original, y tan adelantada para su tiempo, los diseños actuales son sorprendentemente similares a sus planes iniciales.
La estación espacial Von Braun se basa en una rueda masiva que mide 190 metros de diámetro y que rotará constantemente, con una fuerza casi equivalente a la de la luna, con el fin de producir gravedad artificial. La estación incluirá 24 módulos individuales, con 500 metros cuadrados de superficie útil cada uno, colocados alrededor del borde exterior de la rueda. Estos módulos incluirán habitaciones de hotel, residencias privadas, estaciones de investigación científica, espacios para eventos y zonas de entretenimiento con bares, restaurantes, cines y salas de conciertos.
Gracias a la gravedad simulada de la estación, la Fundación Gateway ha encontrado formas de evitar muchos de los aspectos más incómodos de la vida en el espacio. Por ejemplo, el hotel incluirá inodoros típicos, duchas con agua caliente y cocinas completamente equipadas donde se podrán preparar comidas familiares.
Un área de interés para el equipo de diseño es asegurarse de que el entorno no se sienta demasiado extraño para que los huéspedes se sientan cómodos. Gracias a los desarrollos tecnológicos, que han producido alternativas de diseño livianos y que evitan el uso de la madera, la piedra y el mármol, la Estación Espacial Von Braun incluirá alojamientos que se ven, e incluso se sienten, bastante similares a las superficies que tenemos en nuestros propios hogares en la Tierra.
Los planes actuales para el hotel indican que la estación podrá atender a unos 100 invitados cada semana y podría albergar hasta 400 residentes permanentes. Lo que es aún más impresionante es el hecho de que la Fundación Gateway visualiza esta estación como una especie de prueba antes de comenzar a trabajar en la construcción de su objetivo principal: una nueva estación espacial de “clase Gateway” sin precedentes.
Estas estaciones más grandes e incluso más ambiciosas albergarán a más de 1.400 personas, y la Fundación Gateway tiene la intención de que operen como ciudades completamente funcionales. Estas estaciones de clase Gateway no solo serán sociedades autónomas equipadas con todo lo necesario para vivir en el espacio a tiempo completo, sino que también servirán como centros de transporte para las personas que viajen entre la luna, la Tierra y Marte (si eso suena como algo de ciencia ficción, probablemente sea porque es casi idéntico al sistema de transporte espacial que Brad Pitt usó en la reciente película «Ad Astra»).
Entonces, ¿cómo se construirá dicha estructura? Los planes de construcción de la estación espacial Von Braun son tan innovadores como el diseño del hotel en sí. A diferencia de la Estación Espacial Internacional, que fue ensamblada por astronautas en sus caminatas espaciales en órbita, la instalación de Von Braun se hará en el espacio utilizando principalmente maquinaria automatizada. Las materias primas serán transportadas desde la Tierra en pequeñas cargas fácilmente manejables. Una vez que estén en el espacio, las piezas serán posicionadas y ensambladas por una variedad de drones y robots, con algunas piezas más complejas ajustadas manualmente por personas en pequeñas cápsulas.
Si bien aún no se sabe cuán costosos serán los viajes a la Estación Espacial Von Braun, Allatore dice que los precios en la apertura del hotel serán «bastante altos», pero que la Fundación Gateway espera reducir los costos hasta el punto en que un viaje al espacio tenga un precio comparable a un vuelo transoceánico en la Tierra.
Es sorprendente pensar que se proyecta que esta estación espacial tan visionaria esté en pleno funcionamiento en unos pocos años. Si bien la Fundación Gateway aún no acepta reservas, les recomendamos vigilar los avances de su construcción. Tenemos la sospecha de que la demanda de alojamiento en este primer hotel espacial será bastante alta.