Grandes artistas de la vanguardia de inicios del siglo XX, como Picasso o Chagall, han plasmado en sus obras la luz, la geometría arquitectónica y la bohemia de Cadaqués, una localidad situada en el extremo más oriental de la península Ibérica, que fue residencia de verano de maestros del surrealismo como Salvador Dalí y Marcel Duchamp.
Con sus casas blancas en contraste con el azul del mar, este pueblo pesquero de la provincia de Gerona es uno de los lugares más especiales del Mediterráneo. Destino exclusivo para turistas, principalmente franceses y estadounidenses, todos lo visitan atraídos por su microcosmos, gracias a su emplazamiento en el cabo de Creus, totalmente de espaldas a la tierra.
Cadaqués es el lugar idóneo para comenzar una ruta por la comarca del Alt Empordà, famosa por sus paisajes naturales, playas y gastronomía, así como para indagar en el universo personal del pintor Salvador Dalí quien, durante más de 40 años, levantó en la bahía de Portlligat su casa-taller, lugar de peregrinación para los amantes del arte.
La casa-museo de Portlligat está situada a menos de 40 kilómetros de Figueras, la ciudad natal del artista, donde también se puede visitar el Teatro-Museo Dalí, considerado el mayor objeto surrealista del mundo. A una distancia similar está el Castillo de Púbol, la fortificación gótico-renacentista que el pintor compró para Gala, su esposa y musa, y donde se recluyó tras la muerte de ella en la década de 1980.
Más allá de lo artístico, el pueblo tiene un casco antiguo lleno de pequeñas tiendas marineras, bares y restaurantes con encanto en torno a la iglesia gótica de Santa María con su famoso retablo barroco. Y en el paseo marítimo se puede disfrutar de un vermú a orillas del mar y descubrir refugios legendarios como el bar Melitón, en el que Duchamp o el fotógrafo Man Ray jugaban sus partidas de ajedrez, tal y como rememoran los recuerdos y fotografías de la época que aún se conservan en el interior.
Cadaqués es también un muestrario de anécdotas. Kirk Douglas y Yul Brynner rodaron en esta localidad la película The Light at the Edge of the World (“La luz del fin del mundo”, también conocida como “El faro del fin del mundo”), una adaptación de 1971 de la novela de Julio Verne que tiene como escenario las abruptas rocas del parque natural del cabo de Creus, único en el mundo por la erosión del viento de la Tramontana.
Hoy en día, Cadaqués sigue siendo un paraíso que apuesta por el ecoturismo frente a otras localidades más masificadas de la Costa Brava. Mantiene un respeto por el entorno natural y la arquitectura que contribuye a conservar la magia que atrajo a tantos artistas del siglo pasado. Además, dispone de un puerto deportivo, hoteles boutique y fácil acceso a otros pueblos como Roses, famoso por el restaurante El Bulli, y otros templos de la gastronomía catalana. ■