Sobre las ruinas de un palacio inca, bajo las nubes y entre el follaje de Cusco, en Perú, se encuentra el Belmond Hotel Monasterio, una joya de la arquitectura que armoniza la magnificencia colonial de un monasterio jesuita construido 1595 con el lujo, la elegancia y el confort de un hotel cinco estrellas. Otros hoteles en Latinoamérica con el encanto de sus edificios antiguos: Hacienda Temozón y Estancias argentinas.
Declarado monumento histórico nacional, este hotel boutique está a solo unos pasos de la plaza central de Cusco. El edificio cuenta con dos plantas que se yerguen sobre sólidas columnas de piedra encargadas de sostener largas hileras de arcos consecutivos. Amplios corredores envuelven el “corazón” del lugar, que consta de un patio central decorado con una fuente, un cedro de más de 300 años y jardines de vegetación local con exuberantes colores. La clásica teja española color terracota corona los techos a dos aguas de este encantador refugio.
El diseño del hotel está lleno de historia, como reflejo de la riqueza de su patrimonio. Los detalles que recrean los ambientes están cuidadosamente elegidos y responden al estilo barroco. Una capilla, también barroca, se integra al resto del recinto. Las paredes están adornadas con su propia colección de arte. Óleos con sugerentes claroscuros y marcos bañados en oro reflejan escenas de la vida de San Antonio Abad, el santo patrón del lugar. Las franjas de piedra que rodean las puertas de entrada ostentan todavía el Escudo de Armas español y la imagen del obispo, monseñor Juan Serricolea y Olea.
Cada habitación tiene un decorado único, pero todas reflejan la elegancia y el encanto del monasterio. Un lujoso baño de mármol combina con la calidez de las maderas preciosas de su mobiliario español colonial. Las texturas y colores de los tejidos son de fabricación local de primera calidad, pero tienen la sobriedad que requiere el estilo general. Las paredes son de tonos ocres, con cenefas pintadas a mano a manera de marcos.
La junior suite tiene dos niveles. En el mezzanine se encuentra un iluminado y espacioso dormitorio equipado con cama tamaño king, muebles coloniales y obras de arte, mientras que las escaleras dan acceso a una cómoda estancia con vista a la cordillera andina.
Todas las habitaciones y suites tienen aire acondicionado y calefacción, pero además cuentan con oxígeno enriquecido para mitigar los efectos causados por los más de 3.300 metros sobre el nivel del mar donde se encuentra el Cusco.
Debido a que la cocina peruana se caracteriza por mezclar elementos que generan una explosión de sabores, la experiencia culinaria en el Belmond Hotel Monasterio es muy interesante. El Tupay del Monasterio, uno de los restaurantes más exquisitos de la zona, es de cocina internacional con pinceladas de la cocina local. Idóneo para compartir una romántica cena entre velas y vinos procedentes de las mejores cavas del nuevo y el viejo mundo. Como complemento, las mejores voces operáticas del Cusco hacen resonar las bóvedas del Tupay.
Con vista a los jardines del patio interior del claustro, el restaurante Illariy ofrece desayunos o almuerzos con el encanto mediterráneo. Y para degustar un café o un exótico té acompañado de elaboradas tartas o pasteles, el Deli Monasterio es el lugar perfecto. También ofrece panes artesanales, embutidos y quesos con el auténtico sabor del Perú. ■