En la mayoría de los países existen clubes privados cuyos socios están dispuestos a pagar grandes cantidades de dinero para pertenecer a ellos. Es una manera de rodearse de personas selectas, de alta sociedad o aristocracia y, a la vez, la posibilidad de hacer nuevos contactos profesionales y sociales. Sin embargo, muchas veces el pagar la cuota de inscripción no es lo más difícil, pues se necesita para el acceso referencias y recomendaciones de otros socios, el estar dispuesto a esperar meses o años para que se realice la admisión y el tiempo para disfrutar de las actividades sociales que se ofrecen.
Club de Golf Altorreal en Murcia, España.
En el caso de España, se tiene conocimiento de este tipo de sociedades desde inicios del siglo XVIII. Según fueron pasando los siglos y dependiendo de la influencia cultural del momento, la especialidad de los clubes fue variando. Actualmente, en España los que más destacan por importancia suelen estar dedicados a deportes como el golf, polo o hípica. También existen los culturales y sociales. En muchos casos hay quienes están inscritos a más de un club, que no tienen que estar situados en la misma provincia, porque muchas veces hay clubes cuyos miembros disfrutan de las prestaciones únicamente en temporada estival.
Así, a nivel general, en España se pueden diferenciar aquellos clubes en ciudades de residencia como Madrid, Barcelona o Bilbao y aquellos en ciudades de veraneo como Marbella, Palma de Mallorca, Cádiz o Santander. De los numerosos clubes sociales existentes en España, algunos son más exclusivos que otros. Así, en ciudades como Madrid destacan el Club de Golf de la Moraleja o el Casino de Madrid y en Barcelona el Real Club de Polo o el Liceo de Barcelona.
Liceo de Barcelona, España.
Pero no sólo el Club de Golf de la Moraleja se centra en la práctica del Golf. Destacan también el Real Club de Golf de Sotogrande, en Santander el Real Golf de Pedreña (el Santanderino Severano Ballesteros empezó jugando en este club), el Vista Hermosa Club del Puerto de Santa María o el Club de Golf Altorreal en Murcia.
Entre los que se encuentran con acceso más restringido, podemos citar el Club de Tenis Puente Romano de Marbella o el Real Club Náutico de Palma de Mallorca. A este último pertenece la Familia Real española (además de pertenecer a otros como el Real Club de Tenis de Oviedo) y ex presidentes de Gobierno.
Para aquellos que buscan deportes diferentes están el Club de Polo Santa María en Sotogrande (muy conocido por personalidades británicas y alemanas), el Real Club Jolaseta de Bilbao (dedicado entre otros deportes al hockey en el que destaca como uno de los más importantes) o el Aeroclub de Santiago de Compostela.
El hecho de que estos clubes sigan existiendo o tengan gran demanda aún en épocas de crisis es algo que no debe extrañar, épocas de crisis han existido siempre y muchos de estos clubes cuentan con más de 200 años de antigüedad. ■