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Los caballos cimarrones forman parte natural de uno de los entornos salvajes más impactantes del extremo austral de América del Sur. Según se ha detectado, la población más importante de estos ejemplares habita en Chile, más precisamente en el Parque Nacional Torres del Paine, en la Región de Magallanes. Otros grupos, igual o algo menos numerosos, habitan en el Parque Nacional Los Glaciares, en Argentina, y en la isla de Tierra del Fuego. También se ha informado de pequeñas tropillas (como se les llama en Argentina, Bolivia y Uruguay a los conjuntos de yeguarizos o caballos de montar que se tienen juntos por un tiempo) más al norte, en territorios de las provincias argentinas de Neuquén y Río Negro.Lejanos y recientes orígenes
El género Equus, al que pertenecen las especies modernas de caballos, evolucionó hace millones de años en América del Norte, aunque los especialistas afirman que también poblaron gran parte de América del Sur. De hecho, en Chile se encontraron algunos de entre 10.000 y 12.000 años de antigüedad. Sin embargo, aquellos primeros ejemplares se extinguieron y los modernos caballos fueron introducidos por los colonizadores españoles a mediados del siglo XVI. Las actuales tropillas de caballos cimarrones (o asilvestrados) son de ejemplares que viven en estado salvaje pero que tiene un pasado doméstico reciente. Provendrían, en su mayoría, de caballos domésticos que fueron abandonados en estancias que quedaron despobladas. También existen manadas integradas por animales con varias generaciones en estado salvaje y que han ido agrupándose naturalmente en tropillas.
El caballo cimarrón que habita en la Patagonia es robusto y sus patas delanteras son marcadamente musculosas debido, tal vez, a los terrenos extensos y ásperos de la región. Mide alrededor de 1,5 metros de altura a la cruz (punto debajo de la cabeza, entre el cuello y la espalda) y su pelaje es de color bayo o alazán (de amarillo a rojo canela).
Majestuosa geografía
Los caballos salvajes patagónicos viven en un territorio conformado por cientos de miles de hectáreas protegidas por parques nacionales y reservas privadas en Chile y Argentina. Las praderas del extremo sur patagónico se abren en ricos pastizales entre montañas nevadas, bosques y lagos. Allí deambulan tropas de guanacos (camélido autóctono) acechados por sigilosos pumas. Grupos de choiques (ñandú autóctono) recorren también esas llanuras, observados desde lo alto por los magníficos cóndores andinos. Pero a la hora de ubicar y observar a los caballos cimarrones, la tarea se hace difícil debido a la natural inteligencia y al andar sigiloso que los caracteriza. Uno de los sitios donde se han detectado manadas importantes es la Cordillera de Sierra Baguales, en Chile, a unos 140 kilómetros de la ciudad de Puerto Natales. Su geografía de suaves lomas alternadas con ríspidas formaciones rocosas, bosques y decenas de arroyos con claras aguas de deshielo transforman la expedición a los caballos salvajes en una aventura inolvidable. En el Parque Nacional Torres del Paine se han detectado tropillas de hasta 50 soberbios ejemplares. Cruzando el Estrecho de Magallanes, en la mítica Isla Grande de Tierra del Fuego, existen también tropillas bastante numerosas en la región de Yandegaia, en la parte chilena de la isla.
Turismo científico y santuarios al sur
Distintas empresas de turismo alternativo facilitan el acercamiento y observación de los caballos salvajes en el marco del denominado “turismo científico”. Una de ellas efectúa recorridos en la zona de Laguna Azul (Parque Nacional Torres del Paine), donde habita una manada compuesta por unos 100 animales. Los mismos turistas participan en proyectos científicos al colaborar con la observación, identificación y registro de los caballos. Cabe señalar que los acercamientos se realizan hasta tan sólo unos 100 metros de la manada para no irrumpir en su espacio natural y su habitual desempeño. Para vivir la aventura de observarlos es necesario contactar a los operadores turísticos locales y consultar previamente con las autoridades de los parques nacionales de Chile y de Argentina. ■
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