El Acqua di Rose, que en la actualidad goza de gran popularidad debido a sus múltiples aplicaciones, fue uno de los primeros destilados creados por los monjes. Antes de 1400, este producto era usado como un antiséptico para limpiar la casa tras los brotes de plagas. En 1533, el Acqua della Regina —hoy conocida como Acqua di Colonia— fue creada para la reina de Francia Catalina de Medici, quien popularizó el aroma de cítricos y bergamota.
En 1612, cuando los productos creados por los mojes alcanzaron notoriedad y su calidad fue reconocida fuera de Florencia, la farmacia de Santa Maria Novella abrió sus puertas al público. Hacia el siglo XVIII, la reputación de la farmacia se había extendido más allá de las fronteras nacionales hasta llegar a países tan remotos como Rusia y China.
El edificio que alberga la farmacia Santa Maria Novella, adornado con altos techos abovedados, pisos de mármol, vitrales y frescos, sigue atrayendo a los clientes, que quedan tan fascinados por los exclusivos productos como por la historia de la firma y la maravillosa arquitectura de la edificación. “Santa Maria Novella es parte de la historia florentina. La iglesia, el monasterio y la tienda están todavía intactos. La marca conserva su autenticidad y su patrimonio. Sigue siendo fiel a sus principios fundacionales”, señala Jon Bresler, presidente y fundador de Luxury Articles and Fragrance Company (Lafco), la empresa que comercializa los productos Santa Maria Novella.
En la actualidad, la farmacia es administrada por Eugenio Altondery, un descendiente directo de los monjes, quien se esfuerza por mantener y hacer crecer el legado de Santa Maria Novella. Usando sólo materias primas naturales de la más alta calidad y siguiendo los antiguos procedimientos de los padres fundadores, la Officina Profumo-Farmaceutica di Santa Maria Novella se centra exclusivamente en el arte herbolario.
Con tiendas en las principales ciudades de Italia, así como en Francia, España, Suiza, Gran Bretaña, Estados Unidos, Japón y Taiwán, la compañía lleva la antigua tradición de productos naturales a los fieles consumidores que reconocen su eficacia y valoran la marca.
Las creaciones de Santa Maria Novella son maravillosas y puras, nunca demasiado complicadas, con hermosos envases y aromas deliciosos. Pero la marca ofrece aún más: un legado que despierta el interés del historiador que hay dentro de todos nosotros. ■