Estos tres regalos originales para hombres han sido seleccionados por la exclusividad en el diseño, la aplicación de la más avanzada tecnología y la excelencia y la pasión con la que han sido creados.

París en dos ruedas

Desde 1895, la firma parisina Berluti, que actualmente forma parte del emporio del lujo LVMH, es reconocida por su calzado hecho a la medida. Este año, la marca celebra su larga trayectoria aliándose con la firma Cycles Victoire para crear un nuevo concepto de bicicletas personalizadas. El resultado es un producto que combina la tecnología más avanzada con una manufactura artesanal y un diseño que nunca pasará de moda. Inspirada en la imagen de las bicicletas de antaño usadas para entregas puerta a puerta, este elegante modelo presenta un cuadro soldado en bronce y terminado en barniz negro, llantas de madera y manillar de aluminio. Para mayor exclusividad, Alessandro Sartori, director creativo de Berluti, ha diseñado una cartera de cuero que se sujeta al manillar, correas de cuero para los pedales y un elegante par de zapatos de cuero con suelas especialmente adaptadas para el ciclista. Disponible en las boutiques Berluti de París, Nueva York, Londres y Tokio, o a través de Cycles Victoire. Más opciones en bicicletas retro: Ascari.

Sobre las olas

Para quienes prefieren la cresta de una ola para sentirse vivos se ha diseñado esta exclusiva tabla de surf, obra de los ingenieros de Mercedes-Benz y el surfista Garrett McNamara. Titular del récord Guiness por la ola más grande jamás montada en Nazaré, Portugal, McNamara sabe lo que se requiere para sobrevivir a la fuerza de la marea. “Para cierto tipo de olas, hay que diseñar una tabla especial”, señala. El resultado es Silver Arrow of the Seas, la serie de cuatro tablas de surf equipadas con un sistema de rastreo capaz de medir la velocidad a la que el surfista navega sobre las olas. Las tablas cuentan con la flexibilidad requerida para absorber los golpes de las más grandes olas, suavizando la fuerza del impacto.

Aikushi, las espadas samuráis

Cada espada samurái es una obra de arte en sí misma. Sin embargo, no sólo se trata de la extrema finura de la hoja lo que hace de ella un objeto irrepetible, sino la decoración del resto de la pieza. Consideradas como la máxima expresión de la excelencia japonesa, las espadas samuráis dan un salto al presente a través de la reinterpretación del estudio Wow de Japón, que recientemente reclutó a un equipo de artesanos y herreros forjadores para crear un símbolo perfecto de esta destreza oriental. Con el diseñador Marc Newson a cargo del proyecto, la serie fabricada en la histórica región de Tohoku se limita a sólo 10 ejemplares. Bautizadas con el nombre de Aikuchi, estas espadas son consideradas más una obra de arte ornamental que un arma, y fusionan dos culturas completamente diferentes, explican sus diseñadores. ■