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Mujer impresionante, con un estilo sofisticado e impecable gusto, Yaz Hernández es conocida como mecenas de las artes latinoamericanas. Sin embargo, su singularidad radica en su pasión por la filantropía: tiene alma y corazón volcados en su incansable compromiso con innumerables causas benéficas de Nueva York, en particular con el Museo del Barrio, cuya gala anual se convirtió, gracias a ella, en uno de los eventos recaudatorios más brillantes de la temporada social de Manhattan.
En menos de una década, Yaz Hernández ascendió del puesto de ejecutiva ventas en la prestigiosa marca alemana Mondi —una empresa global de ropa femenina de lujo— para convertirse en vicepresidente de la división más lucrativa de la compañía, y, más tarde, en presidente de la empresa. En ese importante cargo Yaz dirigió todas las operaciones de la compañía en Estados Unidos, incluyendo la supervisión de 52 tiendas y del negocio mayorista, junto con todas las actividades de mercadeo, desarrollo y distribución de productos.
Casada con Valentín Hernández, un alto ejecutivo venezolano de Citigroup, la pareja vive en el Upper East Side de Manhattan y juntos coleccionan arte latinoamericano.
Este gusto particular los ha llevado a organizar a menudo fiestas en apoyo de los artistas, diseñadores e instituciones culturales hispanas, convirtiéndose en los anfitriones más divertidos, geniales, dinámicos y generosos de la Gran Manzana. Considerada una de las mujeres más influyentes de Manhattan, Yaz ha participado activamente en la organización de varios de los eventos más importantes del calendario social de la ciudad.
Sin embargo su vibrante personalidad no se limita a eventos sociales y filantrópicos: actualmente es miembro de la junta directiva de su empresa familiar que administra más de 85 sucursales de varias cadenas de comida rápida de Estados Unidos, entre las que se encuentran Applebee´s, Famous Dave´s y Wendy´s. Tuve el placer de conocer a Yaz en Nueva York durante el almuerzo benéfico anual del Couture Council del Museo del FIT en el Teatro David H. Koch del Lincoln Center. Este célebre evento, que presenta a un diseñador elegido para recibir el Premio “Artistry of Fashion”, anuncia la llegada de la Semana de la Moda de Otoño en aquella ciudad. De inmediato me sentí cautivada por su calidez y sencillez. Acompáñanos en esta entrevista exclusiva para azureazure.com
ELYSZE HELD [E.H.] / Eres una de las más destacadas filántropas de Nueva York. ¿Cuánto tiempo tardaste en lograr tus metas con una causa como la del Museo del Barrio, por ejemplo?
YAZ HERNÁNDEZ [Y.H.] / Me tomó un año infundir un poco de frescura a la gala anual de El Museo del Barrio. Logré primero conseguir que Rubén e Isabel Toledo colaboraran, y ellos abrieron las puertas para que entrara el resto de los diseñadores y la industria de la moda.
E.H. / ¿Cuáles son tus sueños de toda la vida? ¿Alguno de ellos se ha hecho realidad?
Y.H. / Cuando era pequeña mi sueño era trabajar en la industria de la moda. Tuve la suerte de tener una carrera fructífera en ella, y en la actualidad me desempeño como miembro del Consejo de Administración del Fashion Institute of Technology (FIT) y soy presidente de su Consejo de Couture, una entidad que brinda apoyo al Museo del FIT.
E.H. / ¿Quién ha influido más en tu vida, y cómo?
Y.H. / Mi padre ha tenido el mayor impacto en mi vida, tanto por su determinación como por su espíritu emprendedor, y también al inculcarme un sólido conjunto de valores.
E.H. / ¿Cuál es tu mayor fracaso, qué has aprendido del mismo?
Y.H. / Aunque ciertamente he tenido experiencias que no han resultado como yo habría esperado, siempre que haya aprendido algo de ellas no las considero realmente fracasos.
E.H. / ¿Cuál es el mayor riesgo que has tomado en tu vida?
Y.H. / Creo que el mayor riesgo que tomé fue abandonar una exitosa carrera en la industria de la moda para ayudar a lanzar una compañía de Internet a finales de 1990, durante el auge tecnológico. Se llamaba Español.com, y su objetivo era convertirse en el Amazon.com para los hispano-parlantes. Al final no tuvo éxito, pero aprendí mucho de esa experiencia y en el ínterin tuve el privilegio de conocer y trabajar con personas increíblemente talentosas e interesantes.
E.H./ ¿Qué es lo que más te irrita de otras personas, y cómo lo manejas?
Y.H. / Busco la excelencia en la gente con la que trabajo y me irrita cuando no ponen lo mejor de su parte. Sólo me conformo con lo excepcional.
E.H. / ¿Cuál fue el momento más difícil en tu vida, y cómo lo enfrentaste?
Y.H. / El período más difícil en mi vida fue cuando tuve cáncer de seno. Lo enfrenté manteniéndome ocupada en la planificación de la Gala de El Museo.
E.H. / ¿Cuál es la decisión más difícil que has tomado y cómo llegaste a esa decisión?
Y.H. / Una de las decisiones más difíciles que tomé en los últimos años fue renunciar a mi cargo de Presidente de la gala de El Museo, después de tantos años dedicada a hacer de ella lo que es hoy. Aunque me encantaba la organización de la gala, pensé que era el momento para dejar que viniera sangre nueva a aportar ideas frescas.
E.H. / ¿De qué te arrepientes, y por qué?
Y.H. / Trato de vivir mi vida al máximo y no soy de las personas que viven en el pasado. Por eso me siento afortunada de poder decir que no me arrepiento de nada.
E.H. / ¿Cómo te sientes al aceptar un no como respuesta?
Y.H. / Yo baso mi vida en el lema de mi padre: “Nunca acepto un no como respuesta”.
E.H. / ¿Quiénes son tus héroes?
Y.H. / Mis héroes son las personas que se enfrentan a los problemas en el mundo, y se dedican a mejorar la vida a su alrededor.
E.H. / ¿Qué te gusta hacer para divertirte?
Y.H. / Soy feliz cuando me reúno con amigos en mi casa, sobre todo cuando las reuniones no son planeadas, sino espontáneas.
E.H. / ¿Cuáles tres rasgos de tu carácter utilizarían tus amigos para describirte?
Y.H. / Creo que dirían que soy muy alegre, enérgica y apasionada.
E.H. / ¿Cuáles son tres rasgos positivos de tu carácter? ¿Y tres no tan positivos?
Y.H. / Yo diría que soy muy comprometida, me preocupo profundamente por el bienestar de la gente, y soy muy vivaz. En cuanto a las cualidades que no tengo, digamos que la paciencia, y dejémoslo así.
E.H. / ¿Cuál es una idea errónea que tienen otros sobre ti?
Y.H. / La idea falsa más grande sobre mí es que soy superficial.
E.H. / ¿Tienes una filosofía en la que basas tu vida?
Y.H. / ¡Hacer que cada día cuente! ■