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Richard Branson, fundador y CEO de Virgin Group, es uno de los líderes de negocios más exitoso y admirado en el planeta, más allá de su enorme fortuna. Su espíritu transgresor le ha hecho desde disfrazarse de novia o de pirata hasta atravesar el Atlántico en una lancha a motor. El cielo no parece ser límite para este apasionado caballero inglés.
Richard Brandson. (Flikr)
Junto a su visión futurista de diseñar viajes de turismo espacial a través de su empresa Virgin Galactic, encuentra tiempo suficiente para liderar Virgin Group, un complejo con más de 300 compañías que operan en sectores tan diversos de la economía como la aviación comercial, las telecomunicaciones, el entretenimiento y la salud. Este consorcio, que tiene presencia en 30 países y cuenta con alrededor de 48.000 empleados, declaró nada menos que US$21.000 millones de ingresos en el 2011.
El equipo Virgin Unite en África
The Elders, la organización no gubernamental internacional de figuras públicas destacadas como estadistas ancianos, activistas de la paz y defensores de los derechos humanos, que fueron reunidos por Nelson Mandela en 2007.
Un líder nacido en Blackheath
Richard Branson, de 68 años, nació en Blackheath, uno de los suburbios de Londres. Aunque ha conocido la adversidad e incluso no llegó a terminar la escuela, se puede decir que le ha ido bien en la mayoría sus empresas. De hecho, a partir de junio de 2019, el patrimonio neto de Branson, era de aproximadamente US$ 4,1 mil millones, según Forbes, lo que lo convierte en el octavo ciudadano más rico del Reino Unido. Él suele afirmar que el principal secreto de su éxito es intentar negocios que le resulten divertidos. La otra gran razón de su triunfo parece ser su estilo de liderazgo franco y directo, muy cercano a su personal y al público que recibe sus servicios.
Richard Branson saluda al equipo de su fundación
Richard Branson y miembros del equipo Virgin Unite
Cambiemos para cambiar el mundo
“El hombre creó los problemas y es el hombre quien puede resolverlos”, ha expresado Branson en varias ocasiones. Su última iniciativa, denominada Capitalismo 24902 (medida en millas de la circunferencia de la Tierra), pretende redefinir el capitalismo para transformarlo en una fuerza benéfica.
El modus operandi sería lograr la alianza de las corporaciones con organizaciones, gobiernos y comunidades a fin de modificar el actual escenario de hambre, desigualdad social, conflictos bélicos y destrucción del medio ambiente. “Si una empresa puede convertirse en una fuerza de bien, eso será bueno para los negocios, los empleados se sentirán orgullosos de trabajar en ella y darán mucho más de sí. Los negocios deben tener corazón, una compañía es mucho más que una máquina de hacer dinero”, proclama Richard, y concluye: “Hay que poner al ser humano en el centro de todo lo que se hace”.
Virgin Unite
Sus sueños de cambios globalizados no son nuevos. Ya en el 2004 había creado la fundación Virgin Unite junto a sus empleados. La finalidad era apoyar iniciativas que abordaran espinosos temas sociales y ambientales. Entre ellos, se destacaban los proyectos orientados a la captación de los gases de carbono para revertir el proceso de calentamiento global.
Richard Branson en su avión privado
Branson es también promotor del grupo The Elders, agrupación de líderes mundiales independientes que trabajan juntos por la paz y los derechos humanos. Entre sus respetables integrantes se encuentran Jimmy Carter, expresidente de los Estados Unidos; Desmond Tutu, obispo emérito de Ciudad del Cabo y ganador del Premio Nobel de la Paz; Kofi Annan, exsecretario General de las Naciones Unidas y también acreedor del Premio Nobel de la Paz, y Mary Robinson, la primera mujer presidente de la República de Irlanda y miembro del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos.
En realidad, esto son tan sólo pinceladas del abanico de obras filantrópicas que Branson va dejando como legado a su paso. ■
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