Durante más de 50 años, Nan Kempner (1930-2005) fue el alma de todas las fiestas, eventos sociales y de las galas benéficas a las que acudía en Nueva York, amén de ser un ícono de la moda. Su presencia en los desfiles era un plus para todo diseñador.
Nació en San Francisco en el seno de una acaudalada familia con el nombre de Nan Field Schlesinger, estudió en el Connecticut College donde conoció a su futuro esposo, el banquero inversionista Thomas Lenox Kempner, con el que se casó en 1952.
NAN KEMPNER.
Tuvieron 3 hijos y vivieron en ciudades como Londres y Nueva York, donde tenían un apartamento dúplex de 16 habitaciones y gimnasio en la prestigiosa intersección de Park Avenue con la calle 79. Las habitaciones tenían las paredes forradas de seda antigua y papel francés pintado a mano. Ella acompañaba a su marido en los viajes de negocio a París, Nassau, Montecarlo, Venecia o Aspen, entre otros destinos.
Nan adoraba la moda y tenía un estilo muy personal, que ella definía como «relajado artificial». A los 19 años, acudió a su primer desfile en París y a partir de entonces se convirtió en una habitual en todas las temporadas. Fue en la ciudad de la luz donde adquirió su primer traje de alta costura: un vestido blanco de Christian Dior que por aquel entonces tenía a un jovencísimo Yves Saint Laurent de diseñador. Gastó inmensas fortunas en ropa y accesorios, «mucho más de lo que debiese pero menos de lo que yo quisiese», decía. Su ajetreada vida social le permitió hacer gala de cada una de sus compras y su figura, demasiado delgada, fue en varias ocasiones criticada socialmente.
Halston, Loulou de la Falaise, YSL, Nan Kempner, Steve Rubell.
Poseía más de 106 trajes de baño y aunque apoyó a numerosos diseñadores, como Chanel, Valentino y Oscar de la Renta, su favorito fue siempre Saint Laurent. Durante años coleccionó más de 375 trajes del diseñador francés, al que adoraba, y con el que le unía una gran amistad. No en balde es conocida como la mayor coleccionista de YSL. La adoración era mutua, y el diseñador francés la consideraba «la mujer más chic del mundo».
Amante de los zapatos de tacón, a los 72 años aún seguía comprando minifaldas, que solía ponerse en sus continuas escapadas al Caribe. Su pasión por la moda y su conocimiento de ese mundo, hicieron que llegase a ser la editora del Vogue francés y de Harper’s Bazaar. Fue diseñadora para Tiffany & Co. y en los años 90 llegó a ser representante internacional para la casa de subastas Christie’s.
Nan Kempner, American Chic.
En diciembre de 2006, el Museo Metropolitan de Nueva York dedicó una exhibición en honor a Kempner, Nan Kempner, American Chic, donde reunió magníficos trajes que en su momento habían pertenecido a la millonaria.
Murió a los 74 años en su casa de Manhattan, a causa de sus largos años de fumadora. Vivió la vida en profundidad y se rodeó de los más importantes políticos, actores y artistas. Hasta Andy Warhol realizó un retrato de ella. A pesar de los años que han pasado desde su muerte, Nan Kempner sigue siendo un ícono de la moda y de la vida social de Nueva York. ■