Con una longitud de más de 147 metros (482 pies), el Topaz está entre los yates privados de lujo más grandes del mundo. Es propiedad del multimillonario Mansour bin Zayed bin Sultan Al Nahyan, viceprimer ministro de los Emiratos Árabes Unidos y miembro de la familia real de Abu Dabi.
Pero el imponente yate no sólo sobresale por sus dimensiones, también es uno de los más lujosos y cómodos del mundo (junto al Azzam o al Lady Moura).
Cuenta con gimnasio, piscina, dos jacuzzis, salón de conferencias, sala de cine y ascensor, además de dos helipuertos. Su interior fue diseñado a la medida por Terence Disdale y el exterior es obra del famoso equipo de Tim Heywood Design. Los experimentados astilleros Lurssen Yachts, de Bremen-Vegesack, en Alemania, tuvieron a su cargo la construcción de este majestuoso yate.
El Topaz tiene un casco de acero con superestructura de aluminio y es impulsado por dos motores diesel Pelstick que aportan una potencia de 7.990 caballos de fuerza cada uno. Su velocidad de crucero es de 22,9 nudos y se estima que la máxima rondaría los 25,5 nudos. Además, cuenta con estabilizadores especiales que garantizan el confort a bordo cuando el yate está anclado, sobre todo en aguas turbulentas.
Con una longitud de más de 147 metros (482 pies), el Topaz está entre los yates privados de lujo más grandes del mundo.
Por ser propiedad de un miembro de la realeza, los fabricantes y diseñadores no han proporcionado detalles de su interior. No obstante, se sabe que Disdale, responsable del diseño interior de la nave, la ha dispuesto y equipado como “una casa de playa”.
Se trata de un concepto de diseño de yates de lujo que potencia un estilo distendido y funcional de “vivir” la experiencia de navegar, evitando los ambientes excesivamente formales y severos propios de una mansión familiar.
Disdale ha dispuesto los jacuzzis en la cubierta de popa, junto a la piscina, que de noche se ilumina con haces de luces de colores mediante un sistema de iluminación subacuática. Sus ocho cubiertas se comunican mediante un ascensor que da acceso a las pistas de helicópteros, a las plataformas de baño y al gimnasio perfectamente equipado con lo más novedoso en tecnología deportiva.
El megayate cuenta, además, con lanchas auxiliares a las que se puede llegar desde ambas esloras del buque, o a través de la popa, donde hay un solárium y una gran plataforma con escaleras para llegar al agua o acceder a los numerosos juguetes acuáticos que lleva en la bodega: desde motos de agua, lanchas neumáticas y un pequeño catamarán, hasta, incluso, un minisubmarino.
Con un yate así, cualquier quisiera quedarse a vivir en el mar. ■
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