Conocido hoy como Indian Empress, este gigantesco yate de 95 metros (311 pies) de eslora fue construido hacia finales de la década de 1990 por el reconocidísimo astillero holandés Oceanco y diseñado por Richard Hein, del estudio The A Group. A un coste de alrededor de 116 millones de dólares, la nave fue encargada originalmente por la familia real de Qatar, que la bautizó como Al Mirqab. Luego, en el año 2006, el empresario hindú Vijay Mallya compró la espléndida embarcación por una cifra que no ha sido revelada, y en el 2008 ordenó su remodelación definiendo su disposición y estilo actual.
Con capacidad para 32 invitados, el Indian Empress ofrece instalaciones y comodidades dignas de los mejores hoteles 5 estrellas. Con cuatro niveles principales, la nave cuenta con 14 camarotes privados con baño en suite para los invitados, más dos camarotes principales en el nivel superior, los cuales tienen su propio balcón privado con jacuzzi, zona de descanso al aire libre y espectaculares vistas panorámicas hacia el océano. El tercer nivel aloja salones con numerosas salas de estar de sillones bajos, área de comedor y bar, todo con una una decoración sobria, elegante y colorida, típica de los palacios hindúes. Otros de los yates más lujosos del planeta: Azzam, el súper yate privado más grande del mundo, y el Topaz.
En el interior de la embarcación abundan las piezas de arte de la colección privada del magnate multimillonario y algunos de sus caprichos estéticos, como un pequeño piano de media cola que perteneció al célebre músico británico Sir Elton John. Para sus huéspedes, la nave ofrece una enorme cantidad de servicios como spa, sauna, gimnasio, salas de cine, salón de belleza, salón de masajes, elevadores que comunican los distintos niveles y su icónica área de relax al aire libre, con su bar y sus sillones semicirculares rojos, que puede ser trasformada en helipuerto.
Por su parte, el nivel inferior aloja el área de servicios para los 30 miembros de la tripulación, junto con espacio suficientemente amplio para alojar las embarcaciones complementarias —botes a motor, jet skis y equipos de deportes acuáticos— y un garaje con su propia rampa para dos automóviles.
Pero el Indian Empress no sólo es lujo, comodidades y diversión, sino que también cuenta con una sorprendente capacidad de navegación deportiva gracias a su gran diseño y su poderosísima motorización. Con su estructura de aluminio y su casco de acero, la embarcación ofrece una disposición netamente deportiva, con líneas agresivas que permiten la navegación a altas velocidades, a pesar de sus 95 metros (311 pies) de eslora y 15 metros (50 pies) de manga. Cuenta además con tres motores de 10.000 caballos de potencia y propulsión diesel, capaces de generar 26 nudos de velocidad máxima y 22 nudos de velocidad crucero.
Otro aspecto destacable es la enorme autonomía de la embarcación, capaz de alcanzar los 10.700 km a una velocidad crucero de 18 nudos. Esto le permite unir las costas del sur europeo con el mar Caribe sin necesidad de paradas técnicas.
Esta joya naval suele ser utilizada por su propietario para celebrar fiestas exclusivas protagonizadas por celebridades, magnates y deportistas internacionales. Pero cuando no la utiliza, el Indian Empress puede ser alquilado a un coste que supera los 780.000 dólares la semana. ■