Los automóviles potentes y exclusivos suelen asociarse con la falta de conciencia ecológica y con una funcionalidad a costa de valiosos recursos renovables. El diseñador de coches danés Henrik Fisker ha presentado un vehículo eléctrico de lujo que establece nuevos estándares en automoción, apostando por la reducción del impacto en el medio ambiente sin sacrificar el lujo. El Fisker Karma, así se llama el nuevo modelo, intenta aprovechar varias fuentes para optimizar su rendimiento y aumentar la eficacia de su consumo de energía.
Su diseño exterior recuerda las ondas que se forman en las dunas de arena, una figura ergonómica que disminuye la resistencia del aire. Con el mayor panel solar jamás construido para un vehículo de producción, el Fisker aumenta su campo de prácticas anual de 200 millas. El interior está fabricado con materiales reutilizables y con maderas caídas o recicladas; no se utilizan árboles talados ex profeso para hacer este modelo. Por ejemplo, el acabado de roble blanco procede de madera ha adquirido una hermosa pátina gracias a que ésta ha permanecido en el fondo del lago Michigan durante más de 300 años.
El Karma tiene un cargador estándar de 110 V y es necesario un mínimo de 6h de carga para que la batería funcione. Pasa de 0 a 100 km/h en 6,3 segundos y tiene una velocidad máxima de 200 km/h. A diferencia del Tesla Roadster, este automóvil puede ser utilizado en modo oculto (totalmente eléctrico), o en modo sport (con asistencia de combustible). La tecnología patentada del Fisker utiliza un generador eléctrico y un paquete de baterías para dar apoyo al motor de gasolina. Celebridades como Leonardo DiCaprio, Matt Damon, Justin Bieber y Ashton Kutcher se han dejado ver con uno de estos coches ecológicos. ■